La polémica y no tan secreta boda de Telma Ortiz
El enlace de la hermana de la princesa de Asturias con Jaime del Burgo y la carta de este defendiendo su derecho a la intimidad provocan un gran debate
Telma Ortiz pretendía que su boda con Jaime del Burgo pasara inadvertida. No lo ha conseguido. Todo lo contrario. Se casó el pasado viernes en secreto, aunque no ha podido evitar que no se pare de hablar del enlace, tanto por la manera en que se celebró como por la defensa realizada por el ya cuñado de la princesa de Asturias de la intimidad de su esposa.
La relación de la pareja ha sido breve. Se conocían desde hace tiempo-él fue testigo de doña Letizia en la boda real- pero no fue hasta las pasadas vacaciones de Semana Santa cuando decidieron casarse. Estaban esquiando en la exclusiva estación de Aspen cuando él le regaló un espectacular anillo de brillantes. Hicieron planes para el 7 de julio y pensaron en dos escenarios posibles: Roma y Artajona (Navarra). Pero conforme pasaban los días y se iba descubriendo poco a poco los planes para la ceremonia, Telma y Jaime se ponían más nerviosos, tanto que decidieron precipitar los acontecimientos. Ni tan siquiera esperaron a que la novia dejara las muletas y se recuperara de la lesión que sufrió precisamente en Aspen y que la obligó a pasar por el quirófano.
Todo estaba preparado, creían ellos, para que nadie descubriera el enlace. El pasado viernes al mediodía, Telma llegó al aeropuerto de Pamplona con su hija Amanda, de cuatro años. Allí la esperaba su prometido. Juntos se desplazaron al monasterio de Leyre, donde ya se encontraban los padres del novio y un matrimonio amigo de Telma con sus dos hijos. Ellos fueron los únicos testigos del enlace. Los grandes ausentes: Paloma Rocasolano, madre de la novia, Jesús Ortiz, el padre, y los príncipes de Asturias.
Telma entró vestida de sport al monasterio de Leyre y salió con un traje blanco, no de novia pero sí de ceremonia. La boda la oficiaron tres sacerdotes, uno de ellos muy amigo de la madre de Del Burgo, una mujer muy religiosa. Tras la ceremonia, la pareja se reunió a cenar con los hermanos de Jaime del Burgo, que desconocían que se había celebrado la boda.
El pasado domingo, un familiar confirmó a EL PAÍS los extremos del enlace a la vez que Jaime del Burgo enviaba una carta abierta al diario El Mundo en la que defendía el derecho a la intimidad de su esposa y calificaba de "mafiosos" los métodos empleados por la que llama prensa social. Al parecer, la Casa del Rey no conocía el texto de la carta hasta que se publicó.
No es la primera vez que Telma Ortiz se enfrenta a la prensa con la ayuda de su pareja. Estando unida a Enrique Martín-Llop, padre de su hija, denunció a medio centenar de medios de comunicación por acoso mediático y pidió al juez una especia de censura previa o lo que es lo mismo que no se pudieran publicar fotos de ellas y de sus niña. Telma perdió ante los tribunales.
Ella insiste en que es un personaje privado y que el hecho de que sea la hermana de la princesa de Asturias no cambia la situación. Telma Ortiz participa en la vida social y familiar de los Príncipes y asiste a los actos de este tipo que se celebran en el palacio de La Zarzuela donde se deja fotografiar. La prensa ha seguido puntualmente sus pasos, pero no es un personaje habitual. En los últimos meses se ha hablado más de ella por su trabajo en el Ayuntamiento de Barcelona, donde se creó un puesto específico y bien remunerado para ella -que dejó la semana pasada-, que por su vida personal. Eso sí, ¡Hola! esta semana publica en portada fotos de la boda, un reportaje que deja al descubierto una ceremonia que al final no ha sido tan secreta como pretendían sus protagonistas.
Tras la boda, Telma regresó a Barcelona y su marido, a Londres. La hermana de la princesa de Asturias se instalará en la capital británica una vez que su hija Amanda acabe las clases.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.