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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Advertencia a Merkel

Severa derrota del partido de la canciller en vísperas de su primer encuentro con Hollande

Una semana después del vuelco político en Francia, los electores de Renania del Norte-Westfalia, el corazón industrial y el Estado más poblado (18 millones de habitantes) de Alemania, infligieron ayer una severa derrota a la CDU, el partido de Angela Merkel. La canciller sigue siendo popular a escala nacional por su gestión de la crisis de la deuda en la zona euro, pero la derrota le hace más vulnerable en un momento de acumulación de reacciones a su insistencia en la disciplina fiscal  europea.

El Partido Socialdemócrata y Los Verdes seguirán en el Gobierno de Renania del Norte-Westfalia, y a la vez en la oposición a Merkel en Berlín, donde se afianzan como fuerza decisiva en el Bundesrat (la Cámara alta), con lo que podrían obstaculizar la ratificación de proyectos de ley. Aun así, cuando falta año y medio para la celebración normal de las próximas elecciones generales, lo sucedido en Renania del Norte-Westfalia no supone una desestabilización directa de la coalición entre democristianos y liberales que apoyan a la canciller. En esta ocasión su aliado, el Partido Liberal, ferviente partidario de la política de rigor, sale mejor parado que en anteriores comicios regionales. Además, la CDU puede achacar la derrota a la mala campaña de su candidato, Norbert Röttgen, quien provocó el enfado en sus propias filas al vincular estas elecciones con el futuro de Merkel. El joven movimiento contestatario de Los Piratas hace su entrada en el Parlamento —ya está presente en otros— mientras La Izquierda continúa su deterioro electoral.

Renania del Norte-Westfalia pesa tanto en la política alemana que el anterior canciller, Gerhard Schröder, anticipó en 2005 las elecciones generales tras una derrota de su partido en ese Estado, abriendo así paso a Angela Merkel. Lo sucedido no se va a traducir forzosamente en las mismas consecuencias, pero sí constituye una advertencia para Angela Merkel, que el próximo martes tiene previsto recibir al nuevo presidente de la República Francesa, François Hollande, decidido a intentar la renegociación de las reglas del juego en la zona euro, en un marco definido también por la compleja situación política de Grecia tras sus elecciones generales, y el nada disimulado deseo de Italia de una opción más equilibrada entre austeridad y crecimiento.

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