No retoquen las fotos de chicas, 'please'

¿Por qué las chicas de las revistas no se parecen a mí? Este pensamiento fue el que le surgió a Julie Bluhm tras escuchar a sus compañeras de ballet criticar con dureza sus defectos -rasgos propios de la adolescencia como el acné, manchas en la piel o cambios en su cuerpo- siempre que se comparaban con las fotos que aparecen normalmente en las revistas de moda. Esta joven llegó, entonces, a la conclusión de que muchas de las chicas de su edad tenían una imagen irreal de su cuerpo y que la culpa era de los retoques constantes que realizan los medios de comunicación para resaltar una belleza que pocas chicas pueden conseguir naturalmente. “Miro las imágenes que publican y no encuentro a esas mujeres caminando por las calles”, declaró la joven al diario The New York Times. Toda esta situación llevó a esta adolescente de Maine (EEUU)a empezar una protesta pública contra Seventeen, revista de gran difusión en Estados Unidos entre la población más joven. Con la ayuda del movimiento SPARK, organización que lucha contra la sexualización de mujeres y niñas en los medios y que colabora con más de 60 organizaciones en Estados Unidos -según informan en su página web-, empezó una campaña de recogida de firmas en change.org solicitando a dicha revista “su compromiso de no alterar, por lo menos, una imagen una vez al mes”.

Esta joven lo ha intentado todo. El jueves de la semana pasada, Bluhm viajó con su madre a Nueva York con el fin de manifestarse frente a la sede de la revista y entregar las firmas. Durante la protesta, ella y otra media docena de chicas de su edad representaron una sesión fotográfica en el que el grupo vestía vaqueros viejos y chaquetas mientras sujetaban una pancarta que decía: ¿Dónde están las chicas como yo? Un equipo de la cadena de televisión ABC siguió los acontecimientos de la protesta.

La revista Seventeen explicó en un comunicado que “Julia debe sentirse orgullosa de ser tan apasionada y luchar por lo que cree”. Pero para ellos, su revista representa realmente cómo son las chicas de 17 años: “Siempre contamos con jóvenes reales y destacamos con frecuencia la gran diversidad de tallas, color de piel y origen étnico de nuestras modelos”.

En definitiva, la revista no está dispuesta a dar marcha atrás. Su manera de hacer, sus intereses, están por delante del bienestar de miles de chicas. Tal vez, la razón fundamental sea que considerar la petición de Bluhm significaba a la vez admitir que los retoques están a la orden del día. Y, es más, que el Photoshop es una herramiento normal con la que cuentan las revistas en la actualidad, sin ser conscientes en el daño que están haciendo a miles de niñas con problemas de autoestima.