Hollande dice 'oui' a la paridad, pero...
Moi président... Con ese estribillo a lo si yo fuera presidente -el nombre de un viejo programa televisivo en manos de Fernando G. Tola-, el candidato socialista a la presidencia de Francia, François Hollande, desgranó la noche del miércoles un resumen de su programa electoral para la gran cita del domingo, cuando los franceses elegirán en segunda vuelta al jefe del Estado. Y una de las cosas que prometió en su cara a cara en pantalla con Nicolas Sarkozy es que su victoria llevará consigo un gobierno paritario. Sería relevante en un país que lleva por divisa la libertad, la igualdad y la fraternidad. Menos mal que el candidato socialista no añadió en el estudio la coletilla que sí empleó al presentar su programa de igualdad el pasado marzo. "Sería un buen principio tener tantos hombres como mujeres en un Gobierno", planteó entonces, y luego precisó: "eso no quiere decir que las responsabilidades serían las mismas".
¿Ministerios duros, y con presupuesto, para ellos y sociales para ellas? ¿Ministros de primera y ministras de segunda? A Hollande le llovieron las críticas, empezando por las del partido de Sarkozy, la UMP. "Escandaloso", zanjó la parlamentaria Marie-Jo Zimmermann. Con ese estrambote, la oferta queda en nada, vino a decir esta diputada en la Asamblea por la UMP. Y Hollande se cuidó mucho de volver a añadirla en el áspero debate del miércoles ante un Sarkozy que no buscó abiertamente en voto femenino.
La oferta del candidato socialista llega a un país cuyo Gobierno tiene 30 carteras de las que solo siete están en manos femeninas. La égalité sigue siendo un sueño en muchos terrenos. Y las promesas de Hollande alcanzan desde el restablecimiento del Ministerio de Derechos de las Mujeres hasta mayores facilidades para el aborto o acceso gratuito a la contracepción para las jóvenes.
Pero también está la política. El candidato del PSF quiere acabar con la manga ancha para los partidos que incumplen la ley de paridad. Con frecuencia, las formaciones prefieren pagar las multas previstas en lugar de respetar un reparto equilibrado de candidatos y candidatas en las elecciones. Hollande se propone acabar con las subvenciones estatales a los partidos que no respeten la presencia paritaria en las listas. Francia está en un poco honroso puesto 69 en lo que respeta a mujeres en el Parlamento (18,9% en la Asamblea Nacional y 22,2% en el Senado, según la Unión Interparlamentaria).
Y está, también, la brecha salarial. El candidato del PSF plantea sancionar a las empresas que discriminen en sueldo a las trabajadoras. Frente a eso, el programa de la UMP pone el acento es 200.000 plazas de guardería más, garantía en el pago de pensiones alimentarias para los hijos, mejoras en la pensión de viudedad y "un objetivo de paridad de aquí a 2017" para los nombramientos en puestos públicos relevantes.
El domingo la suerte estará echada. Gane quien gane, estos comicios sí habrán logrado, según el Observatorio de la Paridad entre Mujeres y Hombres, "una toma de conciencia más fuerte sobre las desigualdades" que en 2007, cuando se celebraron las anteriores presidenciales. También es la primera vez que un candidato -Hollande- lo es después de que hubiera ocupado el mismo puesto su excompañera y madre de sus hijos, Ségolène Royal, que perdió entonces frente a Sarkozy.
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