La otra Obama
La familia keniana de Barack Obama salió a la luz pública tras los éxitos políticos del mandatario estadounidense, pero no es el único con interés político y social. Auma Obama, su media hermana, es una activista política con una experiencia de 20 años a favor de los derechos de minorías. Protagoniza el documental The Education of Auma Obama”, dirigido por la nigeriana Branwen Okpako, y ha presentado sus memorias tituladas And then life happens… (Y entonces la vida ocurre…). “Crecí en ambientes muy distintos, con diferentes culturas, religiones y etnias. Y esa experiencia ha formado mi vida. El mensaje es que siempre hay una salida. Puedes hacer planes, pero las cosas pasan y te hacen cambiarlos. Y eso, a veces, no es tan malo”.
Auma Obama estudió filología, formó parte de una compañía de danza y ha trabajado en temas sociales durante más de 20 años. La media hermana del mandatario (la segunda de los ocho hijos de Barack Hussein Obama, el presidente de EE UU es el tercero) llegó a Alemania en 1980 para estudiar en la Universidad de Heidelberg. Tras graduarse con honores, se inscribió en un posgrado en la Universidad de Bayreuth y se especializó en sociología e intercambio cultural. Pero Auma no pasó todo el tiempo en la librería. A mediados de los noventa apareció en la televisión alemana para hablar sobre los ataques contra extranjeros. Trabajó para un periódico local en Bayreuth y organizaba seminarios. Halló un trabajo de media jornada como intérprete y fue admitida, entre miles de aspirantes, en la Academia Alemana de Cine y Televisión.
En Berlín le esperaba una vida bohemia e intensa. Vivió en el barrio multicultural de Kreuzberg y frecuentó los círculos culturales de la capital alemana. “Los alemanes suelen pensar que tienen una actitud muy abierta hacia los africanos. Pero en cuanto se explora más allá de la superficie se encuentra con que muchos prejuicios siguen todavía vivos. En los cuentos de hadas en Alemania, los malos siempre son negros. Ese tipo de cosas no se olvidan fácilmente”.
Las carreras políticas y sociales de Auma y de su más famoso hermano recuerdan la biografía del padre que comparten. Barack Obama Sr., que nació en un pequeño pueblo a las orillas del lago Victoria, fue un reputado economista keniano y fue el primer estudiante africano de la Universidad de Hawai. Ahí conoció a su segunda esposa, Ann Durham, la madre del presidente estadounidense. Obama Sr. también estudió en la Universidad de Harvard y trabajó en el Gobierno de Kenia hasta 1970, cuando un conflicto con el presidente Jomo Kenyatta lo convirtió en un paria. El padre de Obama, un hombre atractivo e inteligente, acabó sus días víctima del alcoholismo y sufriendo las secuelas de dos accidentes por los que perdió las dos piernas.
Auma habla poco de su famoso hermano, a quien conoció en un viaje a Chicago en los años ochenta. “Crecimos viendo fotos de Barack cuando era niño. Mi padre hablaba mucho de él, y decía que algún día vendría a Kenia”, recuerda la hermana. El presidente fue el que propició el encuentro, poco después de la muerte de su padre. “Estaba muy nerviosa. Estaba muy apegada a mi padre y Barack era una parte de su vida que yo no conocía. Tenía miedo de que no nos lleváramos bien. Pero no fue así. Recuerdo que pasó a por mí en su pequeño coche y empezó a hablar. Fue en un encuentro muy intenso”. Los hermanos descubrieron que los dos compartían el mismo activismo político. Ella en Alemania y él en EE UU, donde entonces trabajaba como voluntario en barrios pobres de Chicago. El mandatario de EE UU describió en su libro Sueños de mi padre el encuentro: “La quise nada más verla”.
Tras un breve tiempo en Londres y un divorcio, Auma volvió a Kenia. Ahí trabaja para el programa CARE de Naciones Unidas, que trabaja en comunidades pobres en 66 países del mundo. La fundación Sauti Kuu (Voces Poderosas, en suahili), que preside, se dedica a promover disciplina y educación en jóvenes de países pobres a través del deporte. Su lema es “usa lo que tienes y obtén lo que quieres”. La hermana del presidente de Estados Unidos explica que “el deporte es un excelente vehículo para transmitir el mensaje de que el primer paso para salir adelante es dejar atrás el victimismo”.
Auma recuerda el primer viaje de Barack Obama a Kenia, en el regreso soñado por su padre. “No fue un extraño para la familia. […] Nunca hubo un momento incómodo, fue sumamente tolerante y amable”. Evita hablar de la agenda política de su hermano y sólo lo describe como “su hermano pequeño”. “Es difícil verlo como alguien famoso o el presidente de Estados Unidos. Es mi hermano. Su puesto es secundario en nuestra relación. Pero es verdad que estoy muy, muy orgullosa de él”.
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