Setenta artistas a cambio de John Galliano

A principios de mes la firma Dior confirmaba el fichaje de Raf Simons como nuevo director artístico de la casa, decidida a pasar página de la era John Galliano, tras su sonada y mediática caída en desgracia. A la espera de la presentación de la primera colección del diseñador belga este mes de julio, la firma sigue avanzado con la mirada puesta hacia al futuro sin olvidarse del legado de su fundador. Para celebrar la reapertura el pasado domingo de una de sus boutiques asiáticas más emblemáticas, en el barrio Ginza de Tokio, Dior ofrece una original exposición en la que une tradición con vanguardia: unos 70 artistas contemporáneas han sido invitados a dar su interpretación de una de las piezas más simbólicas de la casa, el mítico bolso Lady Dior.

Hace más de 15 años, en 1995, que Christian Dior creó aquel bolso rectangular de cuero acolchonado, inspirado en los asientos dorados Napoleón III en los que el modista recibía en su boutique parisiense de la avenida Montaigne a sus clientas para los desfiles. Poco tiempo después la entonces primera dama francesa Bernadette Chirac le regaló a la princesa Diana, uno cuando acudió a París para inaugurar una exposición de Cézanne. Una fotografía de la princesa de Galles con aquel obsequio, retratada entre los niños de un centro de educación de Birmingham, dio la vuelta al mundo y convirtió el bolso en todo un éxito mundial. Desde entonces Lady Dior ha seducido a varias generaciones de mujeres hasta convertirse en todo un clásico.

Por ese motivo, y como homenaje a la pasión de Dior por el arte, la casa ha organizado esta peculiar exposición titulada Lady Dior… As seen by, que se puede ver en Tokio hasta el próximo 20 de mayo y que viajará luego a otras ciudades, comenzando por Milán.

Entre las obras se pueden ver fotografías como la de Alec Soth, que retrata al bolso suspendido en medio de un paisaje, o la Mickael Jansson, que lo muestra al brazo del cantante Iggy Pop. También abundan las esculturas, como la da la japonesa Aiko Miyanaga, que ha envuelto al bolso en un bloque de naftalina, encerrado a su vez en un bloque de resina, una forma de tratar de captar la esencia y el espíritu de la casa Dior.

La muestra se halla a pocos metros de la nueva boutique vanguardista de Dior en Ginza, en la que tampoco faltan las obras de arte. El nuevo local cuenta con una superficie de 650 metros cuadrados que se extienden sobre cinco plantas para dar cabida tanto a los accesorios como al prêt-à-porter. En colaboración con artistas contemporáneos, el arquitecto Peter Marino ha adornado las vitrinas exteriores con obras únicas, mientras que el interior cuenta con una instalación exclusiva de Yoram Mevorah Oyoram, un decorado mural de Philippe Bradshaw, otro de Mark Sheinkman y un sinfín de muebles de diseño.