Una ley de transparencia para luchar contra la corrupción

Esta entrada está escrita junto con VICTORIA ANDERICA, investigadora legal y coordinadora de campañas en Access Info Europe.

El debate actual sobre una nueva ley de transparenciay acceso a la información pública nos ofreceuna oportunidad sin precedentes paradarle un vuelco a la plaga de la corrupción y nepotismo en España. Pero va a hacer falta una enorme ola de presión pública para que no acabemos con una legislación timorata e ineficaz.

Resulta escandaloso que a día de hoy, 35 años después de la llegada de la democracia, España continúe siendoel único país de la Unión Europea con más de 1 millón de habitantes que no cuenta con leyes que regulan el acceso de los ciudadanos a la información pública.

¿Qué tipo de democracia es esta que no reconoce nuestro derecho a preguntar a las instituciones públicas que nos representan cómo y en qué se gastan el dinero de todos? ¿Por qué se nos niega repetidamente información crítica acerca de nuestros servicios de salud y educación o sobre posibles amenazas medioambientales que repercuten en nuestra seguridad y bienestar?

Lo cierto es que escándalos de la magnitud de Gürtel, Palma Arena, los ERE, la SGAE, o las millonadas de subsidios agrícolas que van a parar a las manos de ricos terratenientes podrían haber sido detectados y frenados mucho antes si hubiéramos tenido un marco legal y unos mecanismos eficaces de transparencia y acceso a la información pública.

El gobierno de Rajoy acaba de dar un paso al frentey, en cumplimiento de su promesa electoral,ha puesto un anteproyecto de ley sobre la mesaque espera presentar a bombo y platillo a mediados de abril en Brasilia en el Foro Internacional "Open Government Partnership". Voces expertas, sin embargo, ya han hecho saltar la alarma avisándonos de que el borrador constituyeapenas un paso de hormiga en ladirección adecuada.

El anteproyecto de ley de transparencia aportamedidas muy positivascomo la apuesta por obligar a las instituciones a publicar su información esencial (presupuestos, personal, contratos, subvenciones…) de forma proactiva, o la obligación de designar personas encargadas de responder a las solicitudes de información.Pero esto por si solo no es suficiente.

Es crucial que la nueva ley reconozca el principio de publicidad de toda la información pública y un derecho claro a solicitar cualquier información en manos de las instituciones públicas para evitar que la transparencia sea algo arbitrario y exhaustivo.

El anteproyecto necesita una mejora sustancial. De no ser así, acabará convirtiéndose en un instrumento estéril, ya que en su actual redacción excluye de su aplicación actividades cruciales llevadas a cabo por instituciones clave como el Parlamento, la Casa Real y el poder judicial. Asimismo, permite la aplicación absoluta de un amplio elenco de excepciones por encima de del interés público de la información cuya publicación se pide, y que debería ser un derecho legítimo y digno de protección.

Access Info Europey Avaaz hemos hecho un llamamiento a la participación en esta consulta pública que finalizó el 10 de abril para presionar por un verdadero cambio de rumbo en el futuro sistema de transparencia. Ademásdesde Avaaz estamos promoviendo una petición exigiendo una ley sobre transparencia fuerte y exhaustiva, que ya cuenta con más de80 mil firmas, y en los próximos días trabajaremos para que nuestros dirigentes y parlamentarios escuchen nuestro mensaje alto y con claridad.

Pero la batalla por un sistema de gobierno más abierto y transparente en España no ha hecho más que empezar.La semana que viene España también presentará en Brasilia sus compromisos por un gobierno abierto y de nuevo nos encontramos con una propuesta demasiado débil e imprecisa.

Sigamos alzando la voz hasta que consigamos acabar de una vez por todas con nuestra cultura de opacidad e impunidad con los corruptos y encarrilar a España hacia una transparencia real.

Más información sobre la campaña en www.avaaz.org