La 'fatiga' de la princesa Masako dura ya nueve años
La salud de la esposa del heredero de Japón "puede agravarse", según un informe médico de la casa imperial
La princesa Masako, esposa del príncipe heredero de Japón, Naruhito, tiene tendencia a cansarse y su salud podría deteriorarse fácilmente, según ha anunciado el jefe de la agencia gubernamental a cargo de los asuntos de Estado que afectan a la casa imperial japonesa, quien cita un informe emitido por los médicos de la princesa. Masako, de 48 años, “está en una situación en la que su salud puede agravarse con facilidad debido a la fatiga acumulada”, señala el parte médico hecho público el domingo pasado por el gran maestro Kyoji Komachi, según la agencia de noticias japonesa Kyodo.
Komachi, sin embargo, añadió que el diagnóstico “no significa que la condición de la princesa heredera esté yendo a peor”. Su equipo médico afirmó que Masako debería descansar lo suficiente antes de incorporarse a su vida oficial más allá de los asuntos privados. El comunicado se produce después de que el mes pasado dijera en una rueda de prensa que la salud de la princesa es inestable, lo que provocó gran polémica en los medios de comunicación por la falta de detalles.
La princesa –llamada de soltera, Masako Owada- era una diplomática de carrera antes de casarse en 1993 con Naruhito, hijo mayor del emperador Akihito y heredero del Trono del Crisantemo de Japón. Tras entrar en la familia imperial, fue objeto de gran presión para que diera a su esposo un heredero varón. La presión pasó factura a su salud y aumentó cuando dio a luz a una niña, la princesa Aiko, en 2001, ocho años después de la boda. Las reglas de sucesión de la monarquía en Japón solo permiten heredar el trono a un varó, y las mujeres son obligadas a dejar la familia si se casan con un plebeyo.
Desde 2003, Masako ha desaparecido casi de la vida pública y solo en raras ocasiones asume sus tareas reales. Pero el año pasado acompañó a menudo a su esposo en las visitas a las zonas destruidas por el terremoto y el tsunami que devastaron la costa nororiental de Japón el 11 de diciembre de 2011. Allí se reunió con algunos de los evacuados que vivían en refugios temporales, lo que llevó a muchos a pensar que podía estar recuperándose de sus problemas de depresión, para los que ha sido tratada con medicación y terapias.
El anuncio sobre la salud de Masako se produce casi al mismo tiempo del anuncio sobre los planes para que el emperador Akihito, de 78 años, regrese a sus labores oficiales después de haberse recuperado de una operación de corazón para instalarle un bypass. Naruhito, de 52 años, asumió las responsabilidades del emperador el 17 de febrero pasado, el día antes de la intervención. El 23 de febrero, día de su 52 cumpleaños, el príncipe heredero aseguró que su padre debería reducir su carga de trabajo, dada su edad. El emperador Akihito ocupó el trono en 1989, a los 55 años.
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