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Frivolidad y horóscopos

Tomàs Delclós

Periódicamente se reciben quejas sobre noticias que, a juicio del remitente, decantan el diario hacia lo frívolo. Se trataría de un deslizamiento hacia lo insustancial. La moda es un objetivo preferente de las mismas, pero el diario no puede ignorar ni su importancia industrial ni sus aspectos estéticos. Para evaluar la supuesta frivolidad de un tema hay que atender también a cómo se acerca el periodista a él. Que el diario dedique un espacio a la boda de la hija de Amancio Ortega, por ejemplo, es criticado por Uxio Alonso, quien asegura: Hoy, cuando compré el periódico, creí que me había equivocado y en lugar de EL PAÍS me habían dado el Hola.El reportaje fue a la bolsa de reciclaje. Sin embargo, esta boda ha dado pie a un artículo previo sobre, entre otros aspectos, la cúpula del imperio Inditex que iba más allá del deleite por la apariencia. El diario no ha de explayarse en la nadería, elemento de la civilización del espectáculo que han criticado intelectuales como Vargas Llosa. Yasmina Reza, por su parte, distingue la frivolidad de la futilidad para reivindicar la primera como una forma espumosa de inteligencia.Joaquín Alegre se extiende contra lo que califica de obscena difusión de lujos y un estilo de vida al alcance de una minoría de la que duda que tenga la más mínima afinidad ideológica con el periódico. Si es un intento de cosmopolitismo elegante, les doy el pésame. El lector se pregunta si el diario quiere abandonar la sobriedad en favor de un posmodernismo impostor. Recojo un caso preocupante que menciona. La información (Revista de Sábado, 24 de marzo) sobre el juicio a un hacker que pirateó fotos privadas de actrices se ilustra precisamente con una foto robada de Scarlett Johansson desnuda. Mientras que el texto recoge unas declaraciones del pirata en las que se disculpa por lo que hizo —la peor invasión de la privacidad que alguien puede experimentar—, en la misma noticia se reproduce una de ellas. Un disparate, una equivocación lamentable. Y así me lo han reconocido tanto el responsable del suplemento como su editora gráfica, que piden disculpas por este error sin paliativos. En la edición digital, la noticia se ilustró con una imagen del pirata.Otra queja, que comparte este lector, se centra en la entrevista al editor de Monocle, Tyler Brûlé, que ha pasado de ser reportero de guerra a editor gurú del hedonismo consumista (24 marzo). Juan García Montes la menciona como un ejemplo de banalización. Y destaca que su publicación coincide con un anuncio de la citada revista en otra página de la misma edición.En la entrevista, falta cualquier atisbo crítico y parece un mero aparato de promoción (teniendo en cuenta que el suplemento El Viajero usa parte de los contenidos de esta revista). He preguntado al subdirector de Revista de Sábado, Jan Martínez Ahrens, sobre el criterio para publicar el artículo y la coincidencia con el anuncio. ¿Estaban relacionados? No existe ninguna vinculación entre la decisión, exclusivamente periodística, de publicar la entrevista y la inserción del anuncio, que también ha aparecido en otras fechas. Someter criterios editoriales a la publicidad es una práctica estrictamente prohibida en EL PAÍS. Por otra parte, no creo que pueda considerarse que no hay ‘atisbo crítico’ en el artículo. La excelente y ciertamente ácida entrevista con Tyler Brûlé, uno de los más conocidos editores de revistas del mundo y columnista de referencia de Financial Times, fue publicada unos días antes por The Guardian, periódico con el que tenemos un acuerdo de exclusividad en la reproducción de contenidos y cuya independencia y rigor espero que no estén en duda. Un convenio similar también lo tiene El Viajero con Monocle para ofrecer a los lectores contenidos suyos que nos parezcan pertinentes. Por su calidad, por el interés del personaje y por su tono personal decidimos reproducirla en Revista de Sábado, donde se dan perfiles de personalidades tengan o no relación con los anunciantes, como fue el caso del pasado nazi de los propietarios de BMW o las peleas de la familia Bettencourt, dueña del imperio L’Oréal, por citar dos ejemplos. La coincidencia con el anuncio de la revista Monocle no es más que eso, una coincidencia. En la entrevista no se eluden los claroscuros cuando se subraya ‘el conflicto entre el esteta y el hombre de negocios’ a propósito de sus opiniones sobre los derechos laborales o cuando el reportero no puede resistirse a ‘incordiarle un poco.

Otra queja, no inédita, versa sobre el horóscopo. Rosendo Vílchez critica su publicación. Muestra su tristeza porque El PAÍS, que suponía un diario serio y con respeto a la ciencia, ha incluido uno en SModa. Aunque sea un suplemento frívolo, no creo que EL PAÍS deba caer tan bajo.Este diario alberga otro, el que se propone en la edición digital. En la citada revista —la misma que ofrece artículos de opinión o reportajes, como el de la neuromoda, ajenos a cualquier idea de frivolidad— se puede encontrar al final de su paginación. Seguramente, muchos lectores los consultan sin tomárselos en serio y hacen bien. Pero otros pueden confundirse sobre la condición científica de este tipo de filigranas de la ensoñación, en palabras de Carl Sagan.Empar Prieto, directora editorial de la revista, comenta: El horóscopo en SModa está pensado como una sección de entretenimiento más, un servicio adicional al lector, que encuentra información muy variada en un suplemento que puede abarcar desde el último restaurante al color de barra de labios que está de moda, pasando por una reseña de libros o un artículo de opinión. Consideramos que informar en el diario sobre los números ganadores de la lotería no supone una incitación al juego, sino simplemente un servicio a una parte más o menos importante de los lectores. Del mismo modo, ofrecer una página con el horóscopo es un servicio a los lectores que lo solicitan. Los lectores son libres de otorgar credibilidad o no a lo que se cuenta en los horóscopos. De todas formas, sí se tuvo cuidado en elegir a una persona de prestigio en el mundo de la astrología. Susan Miller es la astróloga de referencia en Estados Unidos. Lleva 25 años escribiendo al respecto. Su web tiene seis millones de usuarios únicos y 15 millones de páginas vistas como promedio mensual. Miller tiene un enfoque particular de la astrología, de la que dice que ‘no es un libro de autoayuda’ y más bien la define como ‘una herramienta de información más.El catedrático de Astronomía de la Universidad Complutense Miguel Sevilla de Lerma considera que muchos seguidores del horóscopo son totalmente incrédulos. Basta con leerlos para detectar su desacierto sistemático. Sevilla afirma que la influencia gravitatoria del Sol o la Luna no puede trasladarse a este tipo de predicciones y subraya que manejan 12 signos zodiacales, cuando en realidad son 13 las constelaciones que deberían figurar (habría que añadir Ofiuco, entre el 30 de noviembre y el 18 diciembre). Javier Armentia, director del Planetario de Pamplona, considera que se trata de una simplificación producto del pensamiento mágico. Se definieron 12 regiones para que coincidieran con la división del año en meses lunares. Es una división que no tiene base científica. La astrología asegura que nuestro signo zodiacal se corresponde con el lugar donde se halla el Sol el día que nacemos; pero, debido a los movimientos orbitales de la Tierra, cuando nace una persona… el Sol está uno o dos signos antes del que se le atribuye. Armentia considera un oprobio intelectual pensar que únicamente hay una docena de tipos de personas.El combate de la ciencia contra este tipo de literatura viene de lejos. En 1975, cerca de 200 científicos suscribieron un manifiesto en el que mostraban su inquietud por esta charlatanería. Desde entonces, se han sucedido otros. Es obvio que este diario no se da por aludido. 

Comentarios

Un periódico serio que tiene un libro de estilo orientado a la verdad no puede tener secciones como el horóscopo absolutamente mentirosas que fomentan la superstición. Además la justificación de que "“El horóscopo en SModa está pensado como una sección de entretenimiento más, un servicio adicional al lector," es vergonzosa. Con este argumento se puede justificar cualquier imbecilidad (de seguimiento de ovnis, de creencias en hadas, etc) incluso aunque produzca daño: la sección de pseudomedicinas (reiki, curanderos, etc), de brujería y exosrcismos, de consejos para engañar a hacienda, de cómo pegar a tu mujer sin que se note, de ciencia cristiana en donde se promueva la curación por fe y el abandono de los tratamientos médicos, etc. Y como sólo son un servicio más pues tan contentos. Desgraciadamente la superstición se retroalimenta muy fácilmente, por lo que cualquier ventana a su expansión es simple y llanamente colaboración con la misma.http://diario-de-un-ateo.blogspot.com.es/2010/12/astrologia-horoscopos-y-periodismo.html
Sr. Delclos, sirva usted para algo, por dios. Diga que van a quitar los horóscopos, o que es tan aberrante como publicar una foto robada, pero no le dedique párrafos y párrafos para nada. Calificarlos de "servicio" o "fuente de informacion" como hace la editora jefe, me ha enervado. Cada vez era menos fiel al país. Ahora ya simplemente han conseguido que decida activamente dejar de comprarlo. Gracias
"De todas formas, sí se tuvo cuidado en elegir a una persona de prestigio en el mundo de la astrología..." JA;JA;JA; esto me recuerda a un par de tipos que entran en una tienda preguntando por aceite de ajo -¿Aceite de ajo?, -pregunta extrañado el dependiente. -Sí, responde uno de ellos -es fara freir un vampiro... -Qué horror! -exclama el dependiente. Entonces interviene un tipo silencioso que pululaba por la tienda y que hasta el momento les daba la espalda -Sí, un horror -afirma éste mientras se vuelve y nos ofrece un rostro parecido al de la bestia de "La Bella y la Bestia", y añade: -los vampiros cómo más crujientes quedan son con aceite de girasol.
La sección del horoscopo en SModa es tan lamentable e injustificable como el propio suplemento en el que aparece. Yo he dejado de comprar El País los sábados por obligarme a adquirir tal despropósito. He tenido que resignarme a no tener Babelia en papel por negarme a pagar ese catálogo de futilidades.
Es muy gracioso leer cómo el responsable y la responsable del desatino de la fotografía lo reconocen como un fallo mayúsculo y una burrada. Y hala, pues a otra cosa mariposa. Es decir: somos bastante torpes, bastante mediocres y relajados en nuestro trabajo, de tal modo hacemos algo inaceptable así como sin darnos cuenta ¿saben? vamos, que lo que es pensar mucho antes de editar, bueno, no es lo nuestro. Nosotros somos más como de impulso, de chapuza... de ahí salga como sea que a mí me importa más bien poco.. todo un ejemplo, sí señor
No ha resuelto Vd, nada, no ha defendido a los lectores... igual que los otros.
EMAIL:Sobre SModa:No he podido leerlo porque creo que se dirige a un lector diferente, que vive en un mundo diferente al mío. Con unos ingresos espectaculares que le permiten gastar mucho dinero en productos que no resuelven necesidades básicas. Creo que también trata de que se establezcan comparaciones entre ellos y de cultivar el fetichismo.Entiendo que este lector pertenece a un sector social minoritario. Se me escapa el argumento en cuanto a su publicación. No me parece pertinente sino como respuesta a un mundo narcisista. Tampoco es útil para la mayoría, menos aún ético.Pero respondiendo a la pertinencia, que es lo único que entiendo, ¿por qué se muestra tan reaccionario, tan poco crítico?Se menciona en el post a la revista Hola, que he comprado en no más de 5 ocasiones en mi vida. Pero, al menos, con un poco de atención se puede apreciar a través de sus reportajes a los diferentes grupos de poder: Quienes son, qué o a quienes representan, cuáles son sus negocios, o algunas de sus relaciones
No es lo lamentable que un sistema arbitrario para supuesto auto conocimiento o predicción sea poco complejo, no cambiaría lo esencial del problema del pensamiento mágico. El meollo parecería ser el por qué una persona escapa de la urgencia vital de decidir sobre su destino y lo deposita fuera de si, en otras manos que las suyas.

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