Karlsruhe y Domenico Scarlatti
En este pequeño cuento Karlsruhe pasa por ser el Tribunal Constitucional alemán y Domenico Scarlatti el homónimo español. Pues bien, el cuento consiste en la no pequeña lección que el primero ha venido a dar al segundo, lección que parece reflejar la diferencia en la prima de riesgo que nuestro país tiene con Alemania.
Resulta que en este último país se aprobó el 9 de octubre pasado una ley que venía a restringir los derechos de los diputados en la discusión del mecanismo europeo de estabilidad financiera. Dos de ellos recurrieron al citado Karlsruhe quien en una resolución recién anunciada (2 BvE 8/11) les ha dado la razón, lo que exigirá medidas inmediatas. Hechas las cuentas resulta que ha tardado menos de cinco meses en resolver.
En cambio, Domenico Scarlatti se demoró casi diez años en resolver un recurso presentado por 50 diputados (STC 204/2011) contra una ley de 2001, y cuando apareció la sentencia resultó que la ley en cuestión ya estaba derogada.
La conclusión de este cuento es que algún problema tiene nuestro Domenico Scarlatti para andar tan rezagado respecto a Karlsruhe: cinco meses frente a diez años y una resolución operativa frente a otra puramente retórica. La distancia es como la del bono español respecto al alemán. ¿No invita esto a una serie reflexión?— Fernando Santaolalla.
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