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Más allá del velo

Ángeles Espinosa

Miren a la mujer de la fotografía. Ahora prepárense para romper estereotipos. Bajo ese velo negro que apenas deja ver los ojos, hay una doctoranda en Filosofía que aspira a dedicarse a la política y llegar a ser diputada. Se llama Anisa al Shahbi. Tiene 30 años. Y no, no es islamista. Al contrario, Anisa teme el avance de los islamistas en su país, Yemen, y denuncia que durante el año pasado han ganado mucho poder en la universidad de la mano de las protestas para echar al ya expresidente Saleh.

“Han empezado a aparecer carteles en la biblioteca que nos recuerdan que chicas y chicos no debemos sentarnos juntos”, se queja. Pero lo que más le molesta es la aparición de vigilantes. Hace un mes en la Facultad de Ciencias de la Información, varios estudiantes que Anisa identifica como islahis agredieron con palos y piedras a un chico y una chica que estaban juntos “porque no eran familia”. Teme que se generalice esa forma de actuar.

Los islahis son los militantes del Islah, la versión yemení de los Hermanos Musulmanes y hasta ahora el principal partido de oposición. También el más organizado. Desde el inicio de las protestas, sus disciplinados militantes, entre los que se incluye la Nobel Tawakul Kerman, han destacado en la gestión de los servicios en la plaza del Cambio. En los momentos de mayor tensión, fueron ellos quienes se ocuparon de los controles de acceso a la plaza o de mantener la seguridad de las manifestaciones. Ahora, han traslado ese celo al campus.

“Desde que se reanudaron las clases en noviembre, han sustituido a los guardias de la universidad, nos revisan los bolsos y cuestionan la forma como nos cubrimos”, protesta. No me opongo a que haya un servicio de seguridad a la entrada del campus, pero tienen que ser funcionarios, no personas de un determinado partido”, subraya. Los improvisados agentes de la moral ni siquiera llevan una identificación con sus nombres, tan sólo un número.

Resulta difícil imaginar qué más pueden querer que se cubra Anisa. “No hay una norma, pero nos presionan para que nos tapemos la cara”, señala. El velo es sólo la punta del iceberg. “Esos vigilantes reprimen la circulación de ideas, el contenido de los programas o lo que enseñan los profesores, sobre todo en la Facultad de Educación donde el Islah es más fuerte”, denuncia. En su opinión, la universidad tendría que estar abierta a todos, sin que importe el partido, la rama del islam o incluso la religión.

Anisa se muestra preocupada por lo que considera un paso atrás en el camino hacia una mayor igualdad que ella asegura haber vivido cuando entró en la universidad hace una década. “La libertad de la mujer tiene que empezar en la universidad y si aquí se violan nuestros derechos ¿qué va a pasar en la calle?”, se pregunta. Lo peor con todo es la falta de sensibilidad de la sociedad ante esta situación. Según ella, solo en las familias más abiertas se inquietan por lo que sucede, “la mayoría ni siquiera ve el problema”. Y los estudiantes tienen miedo a meterse con sus compañeros del Islah.

“Hablé con la ministra de Derechos Humanos y logré que suspendieran los cacheos a las chicas, aunque siguen registrando a los chicos. También me he quejado al ministro del Interior y al Consejo de Ministros, pero se lavan las manos con el pretexto del inminente cambio de Gobierno tras las elecciones”, enumera mientras muestra copias de sus escritos. Anisa reconoce que le gustaría poder viajar sola sin necesidad de permiso del padre o marido, elegir al hombre con el que casarse e incluso vestirse de otra forma. “Quizá no me quitaría la abaya [sayón negro], al menos no aquí en Yemen, pero sí que mostraría la cara”, confía mientras saca de la cartera una fotografía de estudio en la que muestra una figura voluptuosa a lo Elizabeth Taylor. La chica es un bellezón.

¿Quién le impide enseñar la cara a una mujer adulta, universitaria y con un espíritu independiente como el suyo? En Saná, como en Aden o en Taiz, cada vez más mujeres, sobre todo entre las jóvenes, han hecho como Tawakul y ahora muestran su rostro.

“Lo haría si no fuera por mi madre. Hace dos años tome la decisión, pero cuando se lo comuniqué, se llevó un disgusto y decidí esperar”, explica sin rencor. Comprende las connotaciones familiares y sociales que su proceder llevaría consigo. Alguna de sus hermanas podría perder una propuesta de matrimonio o su padre algún cliente especialmente piadoso. En Yemen, lo que uno hace afecta a la reputación de toda la familia.

“Hay muchas chicas que opinan como yo, pero no se atreven a dar un paso adelante”, afirma. Ella sin embargo no se resigna. Dice que cuando acabe su doctorado quiere dedicarse a la política para llegar un día a ser diputada y trabajar para que las mujeres tenga más educación, más derechos y acceso al control de la natalidad, un factor que considera clave de los problemas de las yemeníes.

Su rebeldía no es fruto de la perversa influencia occidental. Apenas chapurrea inglés, no trabaja para ninguna ONG, ni le ha lavado el cerebro ninguna organización feminista. “Vengo de una familia muy conservadora de la Ciudad Vieja de Saná”, relata, “pero cuando a los seis años me pusieron por primera vez el niqab [el velo que cubre la cara], no paré de llorar en varios días”. Desde entonces ha reclamado más libertad para vestirse, para pensar y estudiar. “Y ese deseo se ha ampliado con los años”, concluye.

Comentarios

Entiendo que el burka lo lleva como acercamiento a su gente. Una persona con un doctorado debería saber que la idea de esconder o censurar el cuerpo de la mujer es humillante y antinatural, una absoluta y obtusa desfachatez impuesta por extremistas religiosos según su interpretación del hijab. Y si alguien cree que es su religión y tienen derecho a pasearse como si fueran Ninjas japoneses, con la cara tapada, será porque también son extremistas religiosos tarados mentales.
http://nelygarcia.wordpress.com. Este testimonio afecta nuestra sensibilidad al extremo. El mayor problema de las sociedades es la cultura, y cuando está manipulada por fanáticos, o privilegiados, en esas condiciones resulta casi imposible que las masas puedan comprender, o ver, con claridad. ¡Qué pena!.
Qué tristeza. Ni en cien años la mujer musulmana conseguirá liberarse y tener una vida digna, es espantoso. Admirable esta chica con tan pocos recursos emocionales y estructurales y tan valiente y capaz como para poder luchar por ello. Ojalá tenga toda la suerte del mundo y llegue donde se propone para poder ayudar a las demás mujeres.
Es curioso que nos sorprenda que estas chicas vayan tapadas, es como si aquí, en nuestro no tan lejano Régimen Nacional Católico no hubieran pasado cosas similares a éstas: no se podían enseñar los brazos y tampoco las piernas por encima de la rodilla, las mujeres mayores de edad no podían abrir una cuenta corriente, estaba penalizado solamente el adulterio femenino, a los homosexuales se les aplicaba la Ley de Vagos y Maleantes (a algunos se les desterraba de su pueblo). Actualmente, un personaje tan progresista y socialista como José Bono, ha prohibido la entrada de visitantes en el Congreso si ellas van vestidas de camisetas de tirantes y ellos de bermudas. ¿DE DÓNDE CREES USTEDES QUE HA SALIDO BONO? ¿De Suecia? Y eso que aquí no gobernaron ni gobiernan Los Hermanos Musulmanes. ¡Qué poca memoria tenemos!
Me parece una entrada muy interesante y me ha encantado el efoque que se le da al tema. Ela mayor peligro al que se enfrentan las neonatas demaocracias que siguen a la primaver árabe es no caer en la dictadura de la mayoría - que tiende, como en muchas otras sociedades, al conservadurismo y la rigidez social. Esperemos que la evolución en el Yemen otorgue a mujeres y hombres el derecho a sentrse juntos (me cuesta emplear el término derecho para algo que debería ser sentido común) o vaya liberalizando las imposiciones culturales a los géneros.
¿Más alládel velo? El mundo entero!
Convengamos que el mayor peligro para la libertad de conciencia, de expresión y la democracia en Occidente, la representa el "fundamentalismo Islámico", que es justamente lo que está emergiendo con esta "primavera arabe". En definitiva, lo que podría haber significado un gran avance para los musulmanes, se está transformando peligrosamente en un retroceso que nos debe poner en alerta. Después de todo, tanto Juan, como Pedro o Diego, son infieles a los ojos del Islám y en concecuencia deben morir y representan el pasaje de ida al encuentro con Alá. Por ello, opto po nuestra inperfecta libertad occidental ante el calvario islámico.
Excelente post..He conocido muy de cerca a mujeres yemeníes, he pasado bastante tiempo en Sanaa y he constatado que esa es la dura realidad: el concepto de honor, que recae sobre las mujeres, vigilantes, a menudo hipócritas que esperan, anhelan y presionan para ver y tocar en una extranjera lo que no quieren que una yemení enseñe.Ahmed, no, el ignorante eres tú; entre las mujeres no musulmanas, algunas conocemos muy bien el islam, probablemente mejor que tú, que das evidentes muestras de carecer de la preparación necesaria para leer y entender las fuentes en su idioma y versión original.
Las mujeres occientales llevamos siglos intentando quitarnos de encima las morales religiosas que sustentan el machismo, a costa de muchas vidas, y aún no lo hemos conseguido del todo. Las musulmanas tienen que ser valientes y luchar porque solo ellas pueden hacerlo. Ese chantaje emocinal del disgusto y el perjuicio para la familia es la mordaza. En algunas cosas ser moderado sólo sirve para que el otro gane terreno.
En el ambiente gay del sitio en el que vovo hay unas travestis a las que les encanta ponerse estos velos y tunicas.
He aquí la muestra de lo que estamos consiguiendo respaldando la supuesta primavera árabe, que no es más que una quimera que utilzada por los islamistas para acceder al poder empn aquellos paises en los que se les negaba. Primero se disfrazan de demócratas, disimilados entre los verdaderosdemócratas, para más tarde darle un golpe mortal. Desde que tengo uso de razón voy viendo cómo el islamismo se va apoderando de todos los paises árabes, y en paises como Egipto en los que hace 30 años dificilmente veíamos un velo en las ciudades, ya vemos a lo que han llegado, y la cosa empeorará. Todos nosotros somos responsables, por no querer ver con nuestra ceguera lo que unls intereses mercantiles multinacionales le están haciendo al mundo
Ya estoy cansado de oír defensas a estos individuos de pensamiento medieval, basados en "es que es su cultura". la cultura no se impone como estas personas tratan de imponer sus leyes machistas e hipócritas. Y las mujeres que defienden esto tienen el cerebro lavado para no ver la humillación a la que están sometidas. Debería darles vergüenza posar como "progresistas" y tolerantes, cuando son todo lo contrario. Todo el día con lo mismo "ala akbar! ala akbar! ala akbar! con ataques de histeria cada vez que alguien hace una caricatura de Mahoma. Como decía Orwell: Todas las religiones son malas, pero algunas son peores que otras.
Si a los negros en Sudáfrica les hubieran obligado a cubrirse la cabeza con un velo, nadie habría hablado de cultura, se habría hablado de opresión por motivos de raza (osea, racismo). Cómo esto se lo hacen a las mujeres, y parece ser que somos menos de respetar, ponen la excusa de la cultura y de la religión etc etc... Sintiéndolo mucho una mujer que va así por la calle y encima dice que le gusta, no se respeta ni a sí misma. Es una especie de síndrome de Estocolmo, unido a un nacionalimo radical, en el que la Iglesia sigue jugando el papel que en el mundo occidental jugaba en la Edad Media: amedrentar al pueblo, y sobre todo mantener bajo control a la mujer para garantizar la supervivencia de la especie. Todo esto es primero arcaico y desfasado ya por varios siglos, pero además es como mujer, repugnante.
La revolución auténtica lleva consigo el respeto a la dignidad de todo hombre y mujer. Un régimen que margina y exclusye a la mujer no es democrático. Está llamdo a desaparecer por obsoleto y antihumano.
Las sociedades Islamicas donde se trata asi a la mujer, me dan asco!!!!. Es asqueroso que a las mujeres las traten como poco mas que animales. Pareciera que un camello tuviera mas derechos que ellas. Y esto en buena medida es culpa de su religion Islamica o Musulmana. A veces me dan ganas de que borren a esas culturas de la faz de la tierra. ¿Nadie les ha dicho que estamos en el 2012 y no en el siglo XV? A lo mejor me excedi en mi comentario, pero es que esto me causa tanto coraje e indignacion!!!!!!
El problema real es esa religión que denigra no sólo a las mujeres, que lo hace y mucho, denigra a todo ser humano, abduce, impide pensar, prohíbe ser libre, en fin, es una kk.Yo he vivido no muy lejos de Yemen y he visto eso y, al principio, sentía miedo. Luego, al ver que incluso algunas mujeres "fardaban" de su condición, me parecía estar en un carnaval permanente.Creo que desde la religión nunca conseguirán cambiar nada.Saludos
Me encanija me da tristeza me pone mal ver estas jóvenes tan preparadas y sin futuro en un país donde la mujer parece ser un ser destinado al ostracismo por siempre q no habra una manera de protestar o hacer sentir la fuerza de todas las mujeres del mundo para que exista una ONG y/o organización mundial que devuelva la libertad de vestirse como deseen sin prejuicios y chantajes, al ver esto repudio las religiones q bajo chantaje mantiene esas costumbres en pleno siglo 21, cómo cuándo y quiénes podrán influir para abolir esas absurdas leyes islamicas? sólo les compete a ellos los propios ciudadanos ARABES, yo creo q no porque si afecta en la relación que tiene estas mujeres cuando salen fuera de su pais y al resto de las mujeres en el mundo por ejemplo yo en este momento siento una impotencia tremenda al leer este reportaje, caray
Ángeles, me gustaría contactar contigo. Soy Pedro Riera, acabo de publicar un cómic sobre la situación de las mujeres en Yemen basada en una cuarentena entrevistas que hice con mi mujer durante el año que pasé en el país. Se llama El coche de Intisar y me gustaría hacértela llegar. Pero no sé adónde mandártela. ¿Me puedes dar una dirección? Un abrazo.
El velo, el hiyab o el burka son siempre el primer paso de la represión de las conciencias que es lo que en realidad quieren controlar los teocratas.http://diario-de-un-ateo.blogspot.com/2011/10/libertad-religiosa-privilegios.html
Un claro ejemplo de por qué debe prohibirse el velo: para que las mujeres que no quieran llevarlo, y se ven presionadas por la familia, tengan un "excusa" legal que evite tales presiones (ser consideradas p .... si no lo llevan etc.).
La Islah no es más que la versión Yemení de las SA hitlerianas pero orientadas a la religión, y por lo que parece ser, lo mismo rige para los "hermanos musulmanes" y otros grupos existentes, que son lo que hacen que los paises musulmanes parezcan tan firmes en su religión...¡el miedo!.

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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