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Blogs / Cultura
Del tirador a la ciudad
Coordinado por Anatxu Zabalbeascoa

Bo Bardi: arquitectura que late

Anatxu Zabalbeascoa

FOTOS: Íñigo Bujedo Aguirre

La arquitecta Ana Araujo quiso que el fotógrafo Iñigo Bujedo Aguirre retratara los edificios que Lina Bo Bardi(1914-1992) levantó en Brasil. La Casa de Cristal (1950-51) o el Museo de Arte de Sâo Oaulo (1957-68) han sido fotografiados notable y profusamente. Pero Araujo buscaba capturar la vida de esos edificios para explicar con su vigencia quién fue Bo Bardi y para demostrar por qué fue una “arquitecta humanista”. Las fotografías de Bujedo Aguirre están más atentas a la vida que al hormigón y por eso convierten la arquitectura en escenario, le reconocen todo su valor, pero no la alejan de los usuarios. Al contrario, la obra de Bo Bardi, que año tras año sigue pareciendo nueva y renovada, de la mano de este reportaje consigue volver a hablar. Las imágenes podrán verse en la muestra Lina & Gio: the last humanists que la Architectural Association de Londres inaugurará el próximo viernes.

En la exposición, más allá de contemplar el potente latido de Bo Bardi, Araujo, profesora en la AA de Londres, hace converger la trayectoria de la arquitecta italiana con la de otro proyectista polifacético, también editor y, a su vez, también clave en la digestión de la modernidad, Gio Ponti (1891-1979).

Antes de establecerse en Brasil, Bo Bardi había trabajado con Ponti en Domus, la revista que él había fundado. El prolífico diseñador y autor del rascacielos Pirelli junto a la estación de trenes de Milán solía describirse como el último humanista para mofa de sus competidores de la revista Casabella. Araujo asegura que eso sucedía porque, por entonces, en el último tercio del pasado siglo, las ideologías humanistas tenían mala reputación. Los pensadores del momento, de Michel Foucault a Jacques Derrida pasando por Roland Barthes, lo criticaban y esa crítica tuvo un eco en el trabajo de muchos arquitectos. Así, “el título de la muestra busca preguntar si realmente hemos superado el humanismo”, explica Araujo. O si debemos seguir buscándolo. “La fe en el ser humano –en sus actividades, historias, dignidad y mitos- es clave para la vida y la arquitectura puede reforzar esos valores, aunque eligiera distanciarse de ellos”, opina la comisaria. Por eso cree que Bo Bardi y Ponti encierran una lección para la arquitectura actual: están acostumbrados a mirar la vida desde muchos puntos de vista. La vitalidad de su herencia deriva, precisamente, de su trabajo polifacético. Ambos publicaron, escribieron, diseñaron y construyeron. Fueron autores y colaboradores. Hicieron arquitectura, pero también teatro, cine, arte o periodismo. “Las personas capaces de trabajar en varios campos a la vez están acostumbradas a mirar la vida desde muchos puntos de vista. No se quedan encajonadas. Se rigen por principios de colaboración y por la idea de aportar a la humanidad y de celebrar las aportaciones. La idea de investigar con el juego y con el “encantamiento”. En palabras de Ponti “danos nuestro encantamiento diario”. La arquitectura no puede ser un ente independiente de la cultura pero tampoco de la sociedad de cada momento. Puede que haya llegado el momento de recurrir de nuevo a dos arquitectos extraños que en todos sus proyectos celebraban la vida. Así rendían homenaje a la gente. Y a la arquitectura.

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Comentarios

LIna Bo Bardi, la esposa de un tal Pietro Maria Bardi ????....: "A comienzos de la década del 30 Pietro María Bardi ya se había afirmado en un amplio escenario político y mediático. Lo había iniciado con plenitud desde años anteriores en las páginas del Ambrosiano de Milán que dirigía su amigo Giulio Benedetti. Justamente los artículos que publicaba en este medio son los que recopilará en la obra 15 giorni a Parigi fra I fuorusciti editado por el Instituto Editoriale Nazionale en Milán, la misma casa propagandística que imprimiera inmediatamente Le opere del fascismo como obra paradigmática de la difusión del régimen.La visita de Pietro María Bardi a París fue realizada con la sana intención de descubrir, ver y comprender de primera mano que cosa era ese “antifascismo” del exilio italiano instalado en la capital francesa, a partir de sus miradas realizadas obviamente desde “la dignidad fascista”. Nos adelanta que dirá la verdad porqué “el fascismo no conoce hipocresía”. Su repertorio de entrevistas a masones, republicanos, socialcristianos, anarquistas, socialistas y comunistas, le permiten verificar el variado prisma de la oposición antifascista que él va refutando desde su “verdad” incólume y desde las conclusiones apologéticas sobre el jefe." (...)En 1946 Bardi comenzaba en el Brasil una nueva trayectoria fundacional con pocos síntomas de acudir a la memoria de las dos décadas inmediatas y como recientemente se ha dicho de Lina Bo Bardi es “nítido su esfuerzo en construir un pasado heroico para sustentar su acción en un contexto como el paulista en los años 50 y 60”
"Pero Araujo buscaba capturar la vida de esos edificios para explicar con su vigencia quién fue Bo Bardi y para demostrar por qué fue una “arquitecta humanista”". Me ahorro el comentario sobre la falta de cuidado en la expresión de esta frase y me concentro en la miga. El sentido del humanismo 'en' Lina Bo Bardi ha de explicarse porque, de lo contrario, difícilmente pueden resultar las imágenes del Sr. Bujedo, o la propia exposición, útiles a tal respecto. Para Bo, el humanismo es una actitud alejada de la compasión que llevaba a la clase burguesa a solidarizarse, intelectual o activamente, con las masas. Implica, por el contrario, una alineación con éstas, sumarse a la causa de su ascenso social. El 'humanismo' de la arquitecto sólo coincide con el de Ponti en que ambos defienden el potencial inspirador que la producción popular tenía para la moderna, por cuanto creativo, espontáneo, genuino, en una palabra, humano, había en la primera. Pero poco más que yo sepa. Esperar que el público infiera la existente, sí, pero remota relación del SESC de Pompéia con las Trienales de Milán es mucho esperar. ¿No sería acaso más fructífero comparar las investigaciones que cada uno desarrolló respecto de la cultura popular? Eso, en mi opinión, sí aclararía el sentido 'humanista' de sus respectivas producciones y prevendría contra el aparente fondo comercial de este tipo de eventos. Posdata: Aparte de todo, nótese que cuando Bo se refería al humanismo de Ponti lo hacía en sentido irónico.
La polifacetica "Modernidad"( burguesa, fascista o comunista) como producto historico y heredera del "Humanismo" es la antitesis de la(s) Cultura(s) popular(es)...
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