¿Dónde están las urnas? (I): año electoral
Este año, si todo va como está previsto, 20 países africanos celebrarán elecciones legislativas, presidenciales o generales: Angola, Argelia, Burkina Faso, Camerún, Congo Brazzaville, Egipto, Gambia, Ghana, Guinea Conakry, Kenia, Lesoto, Libia, Madagascar, Malí, Mauritania, República Democrática del Congo, Senegal, Sierra Leona, Togo y Zimbabue. También diversos estados de Nigeria tendrán comicios y en Zimbabue habrá un referéndum constitucional.
Campaña electoral en Tonko LImba (Sierra Leona). Foto Chema Caballero.Además, durante 2011, en toda África se celebraron más de 30 elecciones presidenciales, legislativas o locales. Esto nos da una idea de cómo en el plazo de un par de años, prácticamente, todo el continente va a pasar por las urnas.
El año pasado hubo elecciones limpias y transparentes en muchas partes. Tal es el caso de Zambia, donde el candidato de la oposición, Michael Sata, ganó y se produjo un traspaso pacífico de poderes. Igualmente sucedió en Cabo Verde con la llegada a la presidencia de Jorge Carlos Fonseca.
Pero no todos los procesos electorales celebrados el año pasado se resolvieron de la misma forma. Recordemos que en lugares como Benín o Níger dieron lugar a disturbios sociales. Y que en Costa de Marfil desataron una guerra que solo terminó gracias a la intervención de las tropas de élite francesas en apoyo del candidato que supuestamente había salido vencedor de las urnas, Alassane Outtara, y que, además, resultaba ser un íntimo amigo del presidente francés, Nicolas Sarkozy.
Recientemente, también terminaron con protestas violentas, por las acusaciones de fraude, los comicios presidenciales de la República Democrática del Congo, celebrados el 28 de noviembre de 2011. Hace pocos días, el 12 de enero, la Conferencia Episcopal de la República Democrática del Congo (el órgano de gobierno de la Iglesia católica en el país) publicó un documento titulado El pueblo congolés tiene hambre y sed de justicia y de paz. En él, los obispos congoleses denuncian casos de fraude electoral perfectamente planificados, asesinatos, la instauración de un clima de terror para manipular las intenciones de voto…, y concluyen diciendo que no se puede construir un Estado de Derecho sobre una cultura de fraude, mentiras, terror, militarización y de ataques a la libertad de expresión.
Igualmente, está acusada de fraude electoral la Premio Nobel de la Paz 2011, Ellen Johnson-Sirleaf, presidenta de Liberia. Sin embargo, a pocas horas de la inauguración de su segundo mandato la oposición ha decidido reconocer el resultado de las elecciones de octubre pasado. Al conocer esta noticia he llamado a un amigo liberiano para que me comente qué piensa del asunto. Me dice que en Monrovia todos están convencidos de que el cambio de opinión se debe a la presión ejercida por el embajador de Estados Unidos sobre los líderes de la oposición, especialmente el candidato del CDC, Winston Tubman.
No sé hasta qué punto esto sea verdad, pero me recuerda que en 2002, pocos meses después del final de la guerra de Sierra Leona, hubo acusaciones de fraude en las elecciones presidenciales donde Ahmad Tejan Kabbah fue reelegido presidente del país. Una amiga, que era candidata presidencial por un pequeño partido, me contó que, ante la amenaza de boicot por parte de los partidos de la oposición, estos fueron invitados a la residencia del Alto Comisionado (embajador) del Reino Unido en Freetown. En la puerta de la casa los recibió el anfitrión junto con el embajador norteamericano. Las primeras palabras que los invitados escucharon fueron “this meeting never happened” (esta reunión nunca ha tenido lugar). El mensaje del encuentro que nunca sucedió fue que el no aceptar los resultados electorales eran una muestra de enemistad hacia los países que ellos representaban y que, consecuentemente, se preparasen para las consecuencias. Me contaba mi amiga que el miedo se apodero de todos y nadie se atrevió a decir nada. Aceptaron el resultado de las elecciones y ella, personalmente, decidió retirarse de la política.
En esta ocasión la intervención de las potencias extranjeras, en forma de chantaje, tenía como objetivo continuar con la pacificación del país. Un boicot a las elecciones habría dado lugar a disturbios y, posiblemente, a una reanudación de la guerra. Así que, en ese caso, podría estar justificada. ¿Pero hasta donde llega realmente la injerencia de los países occidentales en la política africana? Es un tema que habría que explorar más detenidamente.
Siguiendo con las elecciones celebradas en 2011, hay que decir que en algunas partes las acusaciones de fraude electoral no tuvieron mayor transcendencia, es el caso de Gambia donde el 24 de noviembre fue reelegido, una vez más, Yayah Jammeh como Presidente del país.
Debemos ser positivos y ver que de los 30 procesos electorales celebrados en 2011 en todo el continente africano, muchos de ellos fueron limpios y transparentes, y esperamos que así suceda en los que tendrán lugar este año.
No se esperan problemas ni en Ghana ni en Malí, donde todo sugiere transparencia y un proceso pacífico. El primero de los dos se ha ganado una reputación de elecciones limpias y libres que son presentadas como ejemplo a muchos otros países del continente.
En Malí, el Presidente Amadou Toumani Touré, contrario a lo que ha pasado en muchas otras partes, ha declarado que va a respetar la Constitución y no va a buscar una tercera reelección. Las elecciones presidenciales y parlamentarias representan una gran oportunidad para que este país refuerce su apuesta democrática. Desde que en 1992 se celebraron los primeros comicios multipartidistas, que pusieron fin al régimen militar, Malí ha demostrado un continuo avance democrático.
La cosa no está tan clara en Senegal, donde Abdoulaye Wade intentará ganar por tercera vez las elecciones presidenciales. La entrada en la carrera electoral del cantante Youssou Ndour da algo más de publicidad e intriga al proceso. A pesar de su enorme sensibilidad social carece de experiencia política. Habrá que estar atentos a como se desarrolla este proceso.
Sierra Leona fue todo un ejemplo de traspaso pacífico de poder en 2007 cuando el representante de la oposición, Ernest Bai Koroma, ganó las elecciones presidenciales. El balance del gobierno de Koroma está lleno de claroscuros, sobre todo en el tema de la corrupción. El partido de la oposición, el SLPP, ha elegido como candidato presidencial a Julius Maada Bio, antiguo líder de la Junta Militar del NPRC que gobernó el país durante los primeros años de la guerra. Muchos jóvenes han reaccionado de forma violenta al no estar de acuerdo con que una persona implicada en crímenes contra la humanidad (se salvó de ser juzgado por el Tribunal Especial para Sierra Leona debido a la Amnistía general que concedían los acuerdos de paz de 1999) y que nunca ha pedido perdón al país, pueda presentarse a esa posición. Esto llevó a una prohibición, por parte de la policía, de todas las actividades políticas en el país que solo ha sido levantada recientemente.
Pero los problemas no han terminado. En las elecciones celebradas en uno de los distritos de la capital, Freetown, el pasado domingo 15 de enero, se produjeron fuertes altercados entre seguidores de los distintos partidos políticos. La policía tuvo que intervenir con gases lacrimógenos y hubo varios heridos.
En 2012 también habrá que estar pendiente de lo que ocurra en los comicios que se celebrarán en distintos estados de Nigeria. Recordemos que el año pasado ya hubo violencia como preparación a las elecciones presidenciales que ganó Goodluck Jonathan. Aunque luego, los comicios en sí fueron calificados, por los observadores internacionales, como los más limpios de la historia del país. Quizás, lo más preocupante sea el actual conflicto que aparece con manifestaciones étnicas y religiosas y todo el movimiento de Occupy Nigeria que pone de relieve el descontento de gran parte de la población, especialmente los más jóvenes.
Otro momento a tener en cuenta este año será el referéndum constitucional de Zimbabue. Tras la violencia que siguió a las elecciones de 2008 y el gobierno de unidad nacional que se formó para poner fin a la situación, quedaba por implementar la reforma constitucional que se aprobó en los acuerdos políticos que firmaron los principales partidos políticos del país. Esta reforma, que debe cambiar el sistema electoral del país para evitar que se repitan situaciones como la anterior, tiene que ser aprobada por el pueblo. Sin embargo, la consulta lleva aplazándose desde septiembre de 2011 por la falta de acuerdo entre las formaciones políticas. En los últimos días se habla de que es posible que se lleve a cabo en junio de este año. Muchos de los participantes en la reforma ya están adelantando que el trabajo realizado no se ajusta a lo que la gente quería, por lo que se prevén problemas.
Parece que los disturbios son parte integrante de los comicios africanos. Yo creo que no tiene por qué ser así y que son más las situaciones pacíficas que las violentas. Sin embargo, estaría bien que indagáramos sobre procesos electorales africanos y violencia. Lo vemos en la siguiente entrada de esta serie.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.