La bombilla es la lámpara
Lumière de Frederic Gooris, Giovanni Alessi Anghini y Gabriele Chiave
Una de las pocas salidas que le va a quedar a la bombilla en su camino inexorable hacia la reducción es la de convertirse en lámpara. Eso han pensado en la empresa italiana Alessi. Su director, Alberto Alessi, ha decidido hacer reaparecer la bombilla ahora que el led la puede hacer desaparecer. Eso sí, transformada en luminaria.
El acercamiento de los límites entre las bombillas y las lámparas es un paso previo para la futura desaparición de las luminarias (que no de la iluminación artificial, naturalmente ) una vez solucionado el problema del foco, y de la dirección de la luz, a partir del uso de los minúsculos leds que ya se pueden esconder en cualquier superficie. En medio de esa carrera fascinante –que no es veloz sino pausada porque viene anunciándose y acercándose desde hace años- AlessiLux es tanto un proyecto de investigación como de iluminación y decoración realizado por la empresa de Crusinallo en colaboración con la norteamericana Foreverlamp, productora de bombillas Led de alta calidad.
Ahora que las bombillas no deslumbran, la firma italiana quiere que dejen de ser aburridas y anónimas y que no tengan, después de todo, motivos para esconderse. Así, de la mano de los diseñadores Gabriele Chiave, Frederic Gooris y Giovanni Alessi Anghini, han lanzado una colección luminosa de bombillas led cuya temperatura de color (2700 grados kelvin) corresponde a la misma gradación de luz que la que ofrecen las bombillas incandescentes. Con una duración 25 veces mayor que éstas, la empresa asegura un ahorro energético superior al 80% respecto a las incandescentes y a las halógenas –con la correspondiente reducción en las emisiones de radiaciones y mercurio-.
Más allá de los avances técnicos, las nuevas bombillas-lámparas de AlessiLux juegan con la identidad de las primeras luminarias y, en un ejercicio postmoderno, mezclan su tecnología punta con la cara conocida de las antiguas lámparas de aceite (modelo Parafina), los viejos quinqués (modelo Ricordo) y otras lámparas de gas del pasado (modelo Lumiere). Junto a la estética nostálgica, también un robot con rostro de marciano arquetípico le sirve de cara a las nuevas bombillas-lámpara, disponibles en varios colores. La pieza UxMi2, de Frederico Gooris, tiene así un aspecto robótico, maquinista que identifica humor y tecnología en una bombilla de 7,5 W. Con todo, ojo con los juegos y las bromas porque podrían llegar a cansar: todas las luminarias tienen una duración media de 25.000 horas, demasiado tiempo para estar riendo el miso chiste.
Modelo Polaris de Frederic Gooris
Modelo Vienna de Frederic Gooris
Modelo U2Mi2 de Frederic Gooris
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