Atraco frustrado en una tienda de lujo en pleno centro de Valencia

Un joven ha amenazado esta tarde con un cuchillo de grandes dimensiones a los dependientes de la tienda Mont Blanc de Valencia con el propósito de robar unos relojes de lujo. La reacción de los trabajadores ha frustrado el atraco en la calle de Poeta Querol, que concentra algunos de los establecimientos de moda más exclusivos de la ciudad.

Numerosos transeúntes y vecinos, así como varios agentes de la policía local, han escuchado un grito "desgarrador", en palabras de un portero, que ha alertado a todos del suceso. Incluidos los trabajadores de este periódico, cuya redacción está ubicada justo en frente de la tienda. El atracador, de rasgos asiáticos como su compinche que esperaba en la puerta, se ha puesto nervioso y ha huido a la carrera. Uno de los dependientes ha podido arrebatarle los objetos que pretendía llevarse. Ambos han desaparecido por la calle adyacente de Ballesters, sin llegar a herir a nadie.

En su huida, el joven asiático ha golpeado una vitrina y la he hecho añicos. En unos instantes, han llegado a la tienda los agentes de la policía local, que estaban patrullando por la zona, mientras otros se han lanzado a perseguir a los jóvenes, sin que hayan podido ser capturarlos minutos después del intento de atraco.

Muy nerviosa, con la respiración entrecortada aún, una de las dependientas ha señalado las dimensiones del cuchillo que, a juzgar por la distancia que separaba sus dos manos, era de gran tamaño. Otro dependiente, también muy afectado, no sabía cómo explicar su reacción que le ha permitido arrebatar los objetos. Cada reloj que se exhibe en el escaparate supera los 2.000 euros de precio. La tienda está especializada en la venta de plumas estilográficas, bolsas, relojes y complementos. Los trabajadores y la policía se han felicitado por el hecho de que, al final, no haya pasado nada, si bien no han podido evitar comentar lo que podría haber pasado.

Un policía ha expresado su extrañeza por el hecho de que los atracadores tuvieran rasgos asiáticos, porque "no es nada habitual" en Valencia.