La 'marea verde' revive ante el 20N
26.200 personas marchan por el centro de Madrid en defensa de la educación pública.- Seis detenidos tras un incidente en el Congreso, que sufrió pintadas
Las manifestaciones, como las monedas, pueden tener dos caras. La protesta que congregó ayer a más de 26.000 personas (según estimaciones de EL PAÍS frente a 100.000 de los convocantes) por la escuela pública en el centro de Madrid mostró la cara amable -con bailes al ritmo de batucada- y la amarga, un chico con la máscara de Anonymous caminando junto a una falsa guillotina y un mensaje para la presidenta Aguirre: "Condesa, no somos tus siervos". La protesta terminó con seis detenidos y una carga policial frente a las puertas del Congreso. En el pilar de uno de los leones, una gran pintada en rojo: "Abajo el Régimen".
Varios testigos aseguraron anoche que un centenar de personas continuaron la protesta hasta el Congreso y sortearon el cordón policial por las calles traseras llegando a las escaleras donde se produjo la carga. Una veintena de furgones blindaron los accesos durante una hora y el helicóptero policial sobrevoló las inmediaciones. Según ha informado a Efe la Jefatura Superior de Policía, los seis arrestados están acusados de los delitos de desobediencia y resistencia a la autoridad, sin perjuicio de que también tengan que responder de una falta por los grafiti.
¿Seguirá la protesta después del 20-N? "Deberíamos continuar para demostrar que no es una huelga política", reflexiona María Jesús, profesora de Secundaria que no da su apellido: "Es que toman represalias", se excusa. Educación ha trasladado a cuatro profesores por decir que daban asignaturas para las que no estaban preparados. Tres directores están expedientados tras acciones públicas de respaldo a la marea verde.
Tras ocho huelgas desde septiembre, hay desgaste en los bolsillos (el descuento por día de paro ronda los 100 euros) y en los ánimos. "Hay que darle un giro a la protesta", señala Paco Marco, profesor en un instituto de Móstoles. "Convocaremos foros de debate para presentar otro modelo educativo al Gobierno que salga el próximo domingo". Otro docente se mostraba crítico con la huelga: "Creo que los paros están deteriorando la protesta, deberíamos apostar por movilizaciones que impliquen a todos los ciudadanos".
El seguimiento ha subido dos puntos y medio (42,5%) respecto a la anterior del 3 de noviembre, según cálculos de EL PAÍS con datos de 33 de los 340 centros de Secundaria. A Primaria y Secundaria se suman las escuelas infantiles y los universitarios.
A voz en grito, el representante del Sindicato de Estudiantes, Tohil Delgado, pidió en el escenario "una huelga general". Si depende de las centrales, la continuidad no se pone en duda. "Somos muchos y no somos mudos", reclamó Mercedes Esteban, portavoz de STEM que convoca con CC OO y UGT.
Paco García (CC OO) llamó "Carajillo Party" al PP en alusión al Tea Party y pidió una Plataforma en Defensa de la Universidad Pública, tras la movilización de los centros de educación superior. Marta Espinosa, estudiante de Bachillerato, cerró el acto con su canción Desesperanza: "¿Por qué protestan tanto estos hippies de la plaza si todos estos recortes son medidas de Esperanza?".
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