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Blogs / Gastro
Gastronotas de Capel
Por José Carlos Capel
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Un perfume perverso

José Carlos Capel

Siempre he pensado que los postres de Jordi Roca tenían algo de perverso. Y, ahora, desde que utilizo el último “Núvol de Llimona” (nube de limón) mis sospechas se han acentuado. Entre él y su hermano Josep (Pitu), sumiller portentoso, además de Joan, grandísimo cocinero, han trasladado al mundo goloso perfumes de marcas muy conocidas. Y por supuesto costosas. En total 25 adaptaciones que han convertido en postres comestibles aromas atrapados a golpe de nariz gracias a unas facultades inverosímiles. Justo las que poseen estos tres hermanos que gestionan el mejor restaurante del mundo.

¿Qué todavía “El Celler de Can Roca” solo ocupa el segundo puesto en la lista Fifty Best, Restaurant Magazine 2011? Da lo mismo. Pronto alcanzará la cumbre. Es cuestión de tiempo. No hay un local en el planeta que disponga de tres especialistas tan brillantes oficiando al mismo tiempo en sus respectivas materias.

Entre los perfumes que Jordi ha interpretado en versión dulce figuran composiciones inspiradas en “Eternity” (for men) de Calvin Klein, en el “Tressor” de Lancôme, en el ¨Polo Sport Woman” de Ralph Lauren, en el “Carolina” de Carolina Herrera, y en el “Eau parfumée au Thé Blanc” de Bvlgari, entre otros muchos.

“Convertir un aroma en un lenguaje de sabores -- recalcan los Roca -- es la aspiración eterna del hombre”. Yo no diría tanto.

¿Cuál es el hilo conductor de los postres que han replicado? Los cítricos. Por supuesto el limón, las mandarinas, la naranja y, sobre todo, la bergamota de piel muy perfumada. Eso sin perjuicio de otros muchos complementos.

¿Y qué sucede con los cítricos? Que según las teorías del feng-shui chino sus fragancias seducen, provocan bienestar y confianza, y poseen propiedades antidepresivas y sedantes. ¿No serán estos postres el arma oculta que utiliza la familia para encandilar a sus clientes despertando entusiasmos desbordantes al final de cada comida?

En el caso del último “Núvol de Llimona” el proceso de creación ha sido a la inversa. A partir de un postre refrescante han desarrollado el perfume del que os hablo, Unisex y muy persuasivo. A mi me huele a tarta de limón, a los algodones de feria, y a los caramelos de la tienda “Papabubble” (www.papabubble.com) En la receta comestible figuran corteza blanca de limón, granizado de agua de piel de limón, jalea de bergamota, mantequilla tostada emulsionada, nube de leche y piel de limón, y magdalena de limón. Según los Roca, tanto el postre como el perfume, creado por el perfumista Agustí Vidal, despiertan ternura.

Si alguien no ha leído el libro “El Perfume” de Patrick Süskind que lo haga enseguida. Así entenderá mis desvaríos. Su protagonista Jean Baptiste Grenouille, conseguía provocar entre la gente los sentimientos que le interesaban empleando fragancias que diseñaba a medida. Yo llevo una semana feliz con el “Núvol de Llimona”. Pero lo más curioso es que a mi alrededor todo es sentido del humor y buenas maneras. Y eso a pesar de la que está cayendo. Me ratifico en mis creencias. Aparte de grandísimos especialistas, los Roca persuaden con sus aromas. Sus postres, los que replican perfumes, tienen una perversidad oculta.

Nota. Las fotos del perfume son cortesía de Javier Peñas (www.formagastronomica.com)

Sobre la firma

José Carlos Capel
Economista. Crítico de EL PAÍS desde hace 34 años. Miembro de la Real Academia de Gastronomía y de varias cofradías gastronómicas españolas y europeas, incluida la de Gastrónomos Pobres. Fundador en 2003 del congreso de alta cocina Madrid Fusión. Tiene publicados 45 libros de literatura gastronómica. Cocina por afición, sobre todo los desayunos.

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