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La erupción de El Hierro se acerca a la superficie y se hace más peligrosa

Hallado material humeante en el mar.- La mancha volcánica cubre ya una extensión casi tan grande como la isla

El magma brota a solo 150 metros de profundidad en las aguas de El Hierro, lo que ha aumentado la preocupación por la erupción submarina, ya que el peligro de explosividad crece cuanto más cerca de la superficie se produce. Los nuevos datos facilitados ayer por el equipo de investigadores del Instituto Geográfico Nacional (IGN) y del CSIC hizo que el Gobierno de Canarias elevara el nivel de emergencia en La Restinga, la localidad más cercana a la erupción, a semáforo rojo nivel 1. Mientras, la mancha de azufre, que el viernes tocó la costa, sigue expandiéndose por el mar y según puede verse en el satélite Aqua de la NASA ya es casi tan grande como la propia isla, de unos 268 kilómetros cuadrados.

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El profesor Ramón Ortiz, del CSIC, quiso rebajar un poco la alarma que se vivió ayer en la isla. Según explicó en una didáctica comparecencia ante la prensa, en estos momentos, la lava sube a la superficie acompañada de vapor y luego vuelve al fondo del mar haciendo crecer el edificio volcánico. En una segunda fase, a la que no tendría por qué llegarse, se divisaría una columna de vapor en la superficie y, más adelante, explosiones de color negro en forma de cola de gallo. Este sería el momento más peligroso, pero con las medidas tomadas hasta ahora, Ortiz cree que no habría riesgo para la población, Por último, podría emerger una isla: "Se acabarían los fuegos artificiales y veríamos surgir una fuente de lava incandescente", explicó Ortiz.

La del Hierro en estos momentos es una erupción surtseyana (bautizada así por la erupción en Surtsey, Islandia, en 1963). En esas condiciones, si se llegara a al tercera fase, con la erupción muy cerca de la superficie, el agua vaporizada y los trozos de lava pueden ser proyectados a gran distancia.

Ortiz también quiso mandar un mensaje tranquilizador sobre el efecto de las emisiones en el ecosistema. Aunque reconoció que no es su terreno, afirmó que a medio plazo no tiene porque ser perjudicial para el ecosistema. Incluso indicó que hay bacterias que viven en el azufre y que pueden servir de alimento a la fauna local. El catedrático de Zoología de la Universidad de La Laguna Alberto Brito también aseguró hace unos días que lo previsible es que el daño, si se produce, sea reversible, porque estamos hablando de un fenómeno natural. Ese medio plazo, sin embargo, es demasiado tiempo para los pescadores de la zona, una actividad de la que dependen 40 familias y cuya flota sigue amarrada desde el martes en el puerto de La Restinga.

La relativa calma que se vivía en la zona de la erupción se quebró ayer hacia las dos de la tarde, hora local. En ese momento, los científicos que sobrevolaban en helicóptero las manchas de azufre frente a las costas de El Hierro detectaron numerosos fragmentos de material piroclástico (trozos sólidos de material volcánico) humeantes, a unos 2,5 kilómetros de costa en una radio aproximado de 100 metros y rodeados de hileras de burbujas gaseosas. También observaron un cambio en la coloración de la cabecera de la mancha, por lo que dedujeron que la erupción se estaba produciendo a menos profundidad. La lava está saliendo por distintos puntos a la largo de una fisura, dependiendo de la resistencia que encuentra.

En ese momento, el buque científico Profesor Juan Lozano, que el viernes llegó procedente de Gran Canaria para analizar muestras de las aguas, salió por precaución de la zona de las manchas y volvió a puerto. La dirección del Plan de Protección Civil por Riesgo Volcánico (Pevolca) prohibió inmediatamente el tráfico marítimo y aéreo en la zona y se cerró totalmente el tráfico hacia la localidad de La Restinga, la más meridional de España, evacuada el pasado martes.

Aunque el municipio había sido desalojada, a los vecinos se les estaba permitiendo acceder de forma controlada. Un matrimonio de mediana edad, que estaba esperando pacientemente en el puesto de control situado en el cruce de Tacorón se quedó sin poder bajar "para dar de comer a las gallinas", contaron. Lo mismo le sucedió a la ciudadana alemana Gabriele Kruger, la última persona que fue evacuada del pueblo, y que hoy pretendía regresar a por unas medicinas.

La Guardia Civil desalojó inmediatamente a los vecinos que se hallaban en el pueblo para recoger objetos o enseres de trabajo, como era el caso de Iñaki Callón, propietario de un club de buceo en la zona que había bajado a recargar bombonas de aire. "Nos dijeron que nos marcháramos enseguida", explica.

Mientras, en la localidad de El Pinar, capital del municipio del mismo nombre, al que pertenece La Restinga, se vivieron momentos de incertidumbre. Un vehículo del Ayuntamiento recorrió las calles de la localidad para desmentir el rumor de que se había ordenado su desalojo, pero algunos vecinos entendieron lo contrario y salieron de sus casas alarmados. Por la tarde se había recuperado la tensa normalidad en el pueblo, de unos 1.000 habitantes.

La alarma por la erupción no ha paralizado el municipio, aunque sí se teme, y mucho, por su economía. Suspendidos el buceo y la pesca en La Restinga, ahuyentado el turismo, el consistorio decidió por unanimidad declarar el estado de emergencia social y económica en el municipio. Ya es el segundo ayuntamiento que lo hace, de las tres que hay en la isla. El de La Frontera, perjudicado sobre todo por el cierre del túnel que lo comunica con la capital, el puerto y el aeropuerto, ya lo declaró el pasado 6 de octubre.

Vídeo: SANTIAGO CASTAÑEDA
Imágenes del material piroclástico humeando sobre el mar frente a la costa de El Hierro.Vídeo: CABILDO DE EL HIERRO / GOBIERNO DE CANARIAS
Imagen tomada por el gobierno regional canario, el sábado 15, en la que se muestra piroclastos humeantes cerca de la costa de El Hierro, a la altura de La Restinga.
Imagen tomada por el gobierno regional canario, el sábado 15, en la que se muestra piroclastos humeantes cerca de la costa de El Hierro, a la altura de La Restinga.AP

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