Atacama, el desierto más poético
Chile es un país tan alargado que tiene una región llamada Norte Chico y otra, más arriba y alejada aún de la capital, conocida como Norte Grande. Y en ese norte grande, remoto y despoblado existe un desierto de piedra, sal y nieve donde las montañas son conos perfectos y humeantes, los topónimos resultan tan poéticos como Valle de la Luna o Quebrada del Diablo y durante la noche el cielo enciende una verbena de luces tan cercanas que podrías estirar la mano y atrapar una estrella. Se llama desierto de Atacama, el lugar más árido del planeta.
No descubro nada nuevo si digo que el desierto de Atacama es uno de los más bellos del mundo. Solo que yo no lo conocía aún y he quedado más colgado de lo que imaginaba con estos paisajes. Toda la magia de los grandes espacios vacíos, el minimalismo de los lugares yermos que trasmiten paz y sosiego al hombre concurren en Atacama, un desierto de altiplano pedregoso, con volcanes de más de 5.000 metros, lagunas saladas donde anidan flamencos y mesetas infinitas en las que la vista se pierde en la grandiosidad del paisaje, donde ramonean las vicuñas y los ñandúes en busca de paja brava.
Por eso he hecho una escala aquí antes de seguir a la isla de Pascua. Y os lo recomiendo como lugar imprescindible si planeáis un viaje a Chile.
El punto clásico de acceso al desierto es San Pedro de Atacama, un pueblecito de adobe que parece sacado de una película de mineros (en el post de mañana hablaré más de él). Desde aquí parten todas las excursiones a los principales puntos de interés. Atacama es un lugar muy extenso y complejo, con altitudes que van desde 2.400 hasta más de 5.000 metros de altitud y con un clima extremo: mediodías tórridos y noches gélidas, sobre todo en altura. La mayoría de carreteras son de vichufita, como llaman aquí a un pavimento hecho con arcilla, sal y agua. Por lo tanto, aunque podéis llegar a muchos lugares con vuestro coche particular, lo mejor y por lo que opta la mayoría de viajeros es por contratar una excursión con guías en alguna de la docenas de agencias que hay en el pueblo.
Una de las excursiones clásicas, por su cercanía a San Pedro, pero que realmente vale la pena aunque estuviera en el quinto pino, es al valle de la Luna, una porción de la Cordillera de la Sal, donde la erosión del agua que cae cada siete u ocho años (por el fenómeno del Niño o la Niña) ha tallado formas increíbles.
Si vais, hacedlo al amanecer (antes de las 9) o al atardecer, que es cuando la luz oblicua dramatiza los relieves y pinta un paisaje sacado de otro satélite. El desierto es un lugar monótono y plano a mediodía. En este caso la referencia lunar no hace alusión a las formas, sino al color. Cuando llueve, el agua disuelve la sal de la cordillera y la arrastra por escorrentía; cuando ese agua se evapora por la fuerte radiación solar, la sal queda en la superficie cubriendo el valle con un manto blanco y lunar. De todas formas, hoy el valle se parecía más aMarte (por el color marrón) que a la Luna porque hace mucho tiempo que no llueve en Atacama.
Uno de los mejores lugares para ver atardecer en este valle de la Luna es la cima de la Duna Mayor, una montaña de negra arena en una de las porciones más secas, inhóspitas y carentes de vida de Atacama.
Mañana continúo....
todas las fotos© paco nadal
Comentarios
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.