La camisa de la discordia
Blanca, de manga corta y con corbata. El vestuario de Pep Guardiola provoca un debate surrealista. ¿Por qué?
Viste como Homer Simpson cuando usa corbata". "Parece un dependiente de El Corte Inglés". "Me ha encantado. Muy Schwarzenegger". "Va de camarero". "Parece un telepredicador". "Es un mod y acaba de llegar del Sonorama...".
Así bramaba Twitter el 14 de agosto, durante la Supercopa que disputaron el Madrid y el Barça. Una multitud de internautas reaccionaba con agitación al ver a Pep Guardiola vistiendo una camisa blanca de mangas cortas con corbata.
Ángel Espina Barrio sabe a qué responden las conductas humanas desde la noche de los tiempos. Sabe, además, cómo se comportan las masas juveniles cuando se reúnen a contemplar a sus ídolos de la modernidad. Lo sabe porque, además de profesor de antropología social de la Universidad de Salamanca, fue juez de línea de Joaquín Ramos Marcos, y escuchó muchos comentarios, vio muchas cosas, y levantó muchos banderines por los campos de España.
"Creamos una serie de corbatas para los rituales de Pep", dicen en Dsquared2
El profesor Espina nos previene que el pensamiento mágico que se arraiga en el cerebro humano es la fuente de reacciones que parecen inauditas pero que no lo son: "No es nada nuevo". Se llama, dice, "magia simpatética". Sucede desde que los homínidos se reunieron alrededor de sus líderes cubiertos de pieles para imitarlos en la creencia de que lo semejante produce lo semejante. No sucedió nada nuevo, pues, en el partido de Supercopa.
La camisa forma parte del uniforme oficial de verano que los hermanos canadienses Dean y Dan Caten, creadores de la marca Dsquared2, diseñaron para el Barça. Dean y Dan, que son gemelos, hablan a dúo: "¡Hace tanto calor en Barcelona que las mangas cortas son perfectas! Cuando hicimos estas camisas respondimos a un requerimiento específico del equipo. Las camisas están fabricadas con algodón al 100% porque es lo ideal para la humedad y el calor. A nosotros nos gusta llamar a este material popelina chic. Y las corbatas también las diseñamos nosotros. Creamos una serie completa de distintas corbatas para Guardiola porque nos dijeron que él sigue un ritual especial de selección de corbatas según cada partido".
El experto en moda y estilismo Miguel Bañón se descubre ante la elegancia clásica del entrenador del Barça: "Alguien que aprecia una camisa blanca es alguien que se viste como se vestía su abuelo".
Antoni Gutiérrez Rubi, experto en comunicación y consultor político, encuentra un paralelismo con la estrategia del presidente de Estados Unidos: "Barack Obama viste permanentemente con camisas blancas. Es su uniforme de líder. Supone una asimilación con el mundo Kennedy. Es su lenguaje icónico. El mensaje dice: aquí estoy, soy como soy, no hay artificio, mi fuerza es mi manera de ser. Así me trato a mí mismo y así trato a los demás. En la iconografía de la semiótica de la comunicación, la camisa blanca juega un papel importante".
"En la sociedad contemporánea", prosigue Gutiérrez Rubi, "hay una demanda de ejemplaridad. Lo sorprendente en Guardiola es su íntima coherencia personal: pensar, hacer y decir lo mismo. La camisa que usa es muy ajustada pero sin buscar el efectismo de marcar los músculos. Le vemos como es, no hay nada superfluo. No vemos la camisa, vemos a Guardiola con el detalle del blanco como idea de pureza, de perfección y autenticidad. Hay una gran tradición estético-ética del blanco".
La asociación con el blanco madridista impulsa a Ángel Espina a poner el acento antropológico: "El uso del blanco, la insignia cromática del rival, sólo es casual hasta cierto punto. Pero quizá a Guardiola no le importe parecerse al enemigo. El ritual funciona por metonimia. Inconscientemente, todo líder tiende a caer bien a sus seguidores y a no desagradar a sus adversarios".
Guardiola se identifica con los valores del blanco y el blanco con los valores de Guardiola. El pensamiento mágico induce a la audiencia multicolor a plantearse cuestiones como la identidad y la diferencia. Cuestiones antiguas que despiertan en muchos tuiteros un sentimiento de afinidad, de desconcierto ancestral, o incluso de inexplicable irritación.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.