Por la libertad de voto, avalen a Equo
La plataforma política Equo se está organizando a marchas forzadas para presentarse a las próximas elecciones generales del 20 de noviembre. Sus responsables, con Juantxo López de Uralde a la cabeza, se están recorriendo España entera, estableciendo grupos de apoyo, explicando la propuesta que ofrecen al maltrecho panorama político español y elaborando los detalles de un programa basado en la regeneración política y ciudadana.
Con la que está cayendo y la que caerá en el ámbito de las políticas de sostenibilidad y de lucha contra la pobreza, la posibilidad de contar en el Parlamentocon unavoz ecologista, social y pacifista es demasiado importante como para dejarla pasar.La última prueba de su buen criterio fue rechazar el abrazo del osito de IU, un partido mucho más ocupado en sus luchas tribales que en recuperar la confianza del electorado.
Eso sí, para presentarse a las elecciones generales Equo tendrá que sortear antes los obstáculos de la Junta Electoral Central (JEC).Los partidos pequeños de ámbito nacional, como IU o UPyD, se enfrentan cada cuatro años a la barrera casi insalvable de una ley electoral que premia de manera desproporcionadala concentración del voto. De ello salen muy beneficiados los dos partidos mayoritarios y, por extensión, los grupos nacionalistas que ejercen en solitario -y con jugosos resultados- el papel de bisagra.Ninguno de ellos, claro, ha mostrado demasiado interés en cambiar esta situación.
Pero a algún aparatchikavispado el asunto debe habérsele quedado corto. De acuerdo con una reforma introducida a principios de este año en la Ley Orgánica del Régimen Electoral, "Los partidos, federaciones o coaliciones que no hubieran obtenido representación en ninguna de las Cámaras en la anterior convocatoria de elecciones necesitarán la firma, al menos, del 0,1 % de los electores inscritos en el censo electoral de la circunscripción por la que pretendan su elección. Ningún elector podrá prestar su firma a más de una candidatura".
Dicho de otro modo, mientras los demás candidatos pasean su palmito por los estadios, un ejército de voluntarios de Equo y de otros partidos minoritarios tendrá que perseguir a asustados viandantes para lograr una firma que posiblemente deba ser validada ante notario. Por si hubiera alguna duda, la JEC ha retrasado hasta el 8 se septiembre las aclaraciones sobre los requisitos que debe cumplir este trámite.
Yo no sé si finalmente acabaré votando a Equo. De lo que estoy seguro es de que ofreceré mi firma como aval para esta candidatura, y les animo a hacer lo mismo (pueden hacer un preaval en www.yoavalo.org para facilitarles el proceso; en ningún caso compromete su voto). La suma de obstáculos a la que ellos y otros muchos están siendo sometidos resulta intolerable, y por este mes ya hemos tenido suficientes asaltos del establishment político a la decencia democrática
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