La ruinosa mansión de Rihanna
La cantante lleva a los tribunales a la mujer que le vendió su casa de Beverly Hills por los numerosos desperfectos del inmueble
La compra de una casa siempre requiere cuidado y atención, y los desperfectos nunca son bienvenidos. Más aun cuando el futuro hogar tiene un precio de 6,9 millones de dólares (más de 4,8 millones de euros). Rihanna lo sabe por propia experiencia, y como al parecer no le termina de convencer el estado en el que se encuentra su casa de Beverly Hills, ha decidido denunciar a la antigua propietaria de la misma por no haberle informado del estado de inmueble en el momento de la venta. Así lo ha dado a conocer la web TMZ.
La cantante compró una mansión en Beverly Hills en 2009, y en 2010 una "tormenta moderada", como ella la califica, hizo que su nuevo hogar se llenara de goteras, humedades y desperfectos. La intérprete de Umbrella asegura que no sabía nada acerca de los problemas que presentaba de la casa, así que ha decidido denunciar a quienes le vendieron la mansión hace dos años, asegurando que "el valor real de la propiedad en el momento de la compra, considerando los enormes defectos de construcción... estaba millones de dólares por debajo". Eso es lo que reza la denuncia que ha interpuesto en un juzgado de Los Ángeles (California, EE UU).
Rihanna no se quedará corta, y ha decidido interponer la demanda contra el inspector y los agentes inmobiliarios que estuvieron implicados en la venta de la casa, así como contra los ingenieros que trabajaron entonces en ella. La mansión tiene ocho habitaciones repartidas en sus 10.000 metros cuadrados, además de biblioteca, piscina, sauna, baño turco y spa.
La de Barbados es una habitual de los juzgados, tanto por interponer demandas como por ser ella la acusada. Sus peleas con su exnovio, Chris Martin, que llegó a tener una orden de alejamiento contra ella, son constantes. Además, en febrero un fotógrafo la llevó a los tribunales al asegurar que copiaba algunas de sus imágenes para uno de sus vídeos, que también suelen estar cargados de polémica y han sido prohibidos en más de una ocasión.
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