Rihanna se toma la justicia por su mano

La cantante Rihanna lleva años siendo una artista polémica, tanto en su vida privada (por su compleja relación con su exnovio, el rapero Chris Brown) como por sus actuaciones y vídeos. En ellos la han acusado desde plagiar a un fotógrafo hasta ensalzar la violencia machista. Ahora Rihanna sorprende con un nuevo videoclip que ha sido denunciado por diversas asociaciones en Estados Unidos.

En su nuevo lanzamiento, Man Down, se ve como la cantante está escondida en una estación de tren, con una pistola en la mano y, se intuye, como dispara a un hombre que pasea por la estación. Más tarde, Rihanna aparece en una fiesta y al abandonarla un hombre la ataca. Es el mismo al que Rihanna dispara al principio del vídeo.

La estadounidense Parents Television Council, una entidad que vela por el respeto en el mundo del entretenimiento, se ha quejado del nuevo clip. "En vez de contarle a las víctimas que deben buscar ayuda, Rihanna lanza un vídeo musical que toma represalias en forma de un asesinato premeditado y aceptable", han declarado desde dicha entidad.

También Industry Ears, otro grupo de vigilancia del audiovisual, se ha indignado con el nuevo producto lanzado por Rihanna, en el que se ve una "ejecución fría y calculada de un asesinato". "Si Chris Brown le dispara a una mujer en su nuevo vídeo y se llega a estrenar [...], el mundo se detendría. Lo de Rihanna no debe pasar", ha afirmado Paul Porter, co-fundador de este grupo.

Por su parte, la cantante ha publicado en su cuenta de Twitter el siguiente mensaje: "Mujeres y niñas de todo el mundo... Somos muchas cosas... Somos fuertes, inocentes, divertidos, coquetos, vulnerables y, algunas veces, nuestra inocencia puede causar ingenuidad. Siempre creemos que NUNCA nos va a pasar a nosotros pero, en realidad, puede pasarnos a cualquiera de nosotros! Así que , chicas, sean cuidadosas, #escuchenasusmadres. Las quiero y me importa".

Rihanna fue víctima de la violencia de género cuando era pareja de Chris Brown. En 2009, el rapero la agredió en vísperas de la gala de los premios Grammy, en la que no pudo actuar por la paliza que recibió. La foto de su rostro amoratado recorrió el mundo. Brown fue condenado por el juez a pagar 50.000 dólares de fianza (unos 34.000 euros), a no acercarse a menos de 45 metros de su exnovia y a realizar trabajos comunitarios.