Dos testigos declaran contra Ortega Cano
Una pareja asegura ante el juez que el torero conducía "temerariamente" antes de accidente
La pareja que alertó de que un vehículo que resultó ser del torero José Ortega Cano conducía temerariamente, antes del accidente en el que murió otra persona, ha ratificado ante el juez ese extremo, según la acusación, mientras la defensa ha negado que hayan testificado que condujera de forma temeraria.
Los abogados que ejercen la acusación particular en nombre de la familia de Carlos Parra, fallecido en el siniestro, han dicho que la pareja de jóvenes ha ratificado ante el juez de Instrucción 9 de Sevilla lo que ya dijeron al servicio de emergencias 112 e incluso "han ampliado" su testimonio, que "pone los vellos de punta".
Los letrados de la acusación, Luis y Andrés Romero, han indicado a los periodistas que ambos testigos han testificado que la conducción de Ortega Cano era "totalmente irregular, poniendo en peligro la circulación", por lo que consideran que hubo "una presunta conducción temeraria". Según estos abogados, han precisado que el vehículo del torero, del que la chica dio su matrícula "íntegra" al 112, se pegaba mucho a los que le precedían y que les adelantó "en un paso de peatones con badén" en la localidad de Burguillos, tras lo que anduvo "más de cien metros" por el carril contrario dentro del casco.
Posteriormente, según esta versión, se reincorporó a su carril, hasta que en una "curva sin visibilidad" volvió a invadir el sentido contrario, ante lo que ambos han testificado que sintieron "miedo por ellos" y por terceros vehículos, y que le siguieron hasta que se paró en un hotel a la salida de Burguillos. Tras estos testimonios, a los que seguirán los de otros testigos que serán citados ya en septiembre, el juez ha tomado declaración al conductor que resultó ileso tras chocar con el motor de uno de los vehículos accidentados, que ha ratificado que se encontró con el siniestro, ocurrido el 28 de mayo en la A-8002 entre Burguillos y Castilblanco de los Arroyos, y que desconoce cómo se produjo.
Los letrados de la defensa de Ortega Cano, Enrique Trebolle y Jesús Zapatero, han negado a los periodistas que, como sostiene la acusación, los testigos hayan ratificado la presunta "conducción temeraria" del torero, al matizar que además le vieron "45 minutos antes del accidente" y asegurar que no cometió ninguna infracción penal. "Negamos la mayor al no obedecer a lo que ha sucedido realmente, porque no ha existido ningún delito independiente y la conducción temeraria es un término técnico, y eso los testigos lo han matizado perfectamente, que está dentro de los parámetros de la normalidad", según Trebolle, para quien los testigos han indicado que iba a "una velocidad adecuada, respetando las normas".
Por ello, ha recalcado, no consideran "la existencia de ningún reproche jurídico en ese sentido de los testigos, que han matizado muchísimo sus declaraciones ante la Guardia Civil", por lo que "decir que ha habido conducción temeraria es falso e incluso temerario".
La defensa también ha puntualizado que van a "defender este caso desde el punto de vista del Derecho procesal y penal estrictamente", sin entrar en su "repercusión mediática" por el hecho de que Ortega Cano sea "un personaje, una persona conocida", ya que quieren que se le trate "igual que a cualquier otro ciudadano, ni mejor ni peor".
A finales del pasado junio se conoció que el análisis de sangre efectuado al torero por el Instituto Nacional de Toxicología dio un resultado de 1,26 gramos de alcohol el 29 de mayo, día en el que sufrió el accidente en el que murió Carlos Parra, cuando el límite máximo es de 0,5 gramos, según dijo entonces la acusación.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.