Un incendio obliga a desalojar a 90 vecinos de un inmueble en Barcelona

Un incendio en la noche a ayer ha obligado a desalojar a los 90 vecinos de un edificio de nueve plantas en el número 363 de la calle de Castillejos en el barrio de Gràcia de Barcelona. No se han producido heridos de consideración. Para apagar el fuego se necesitaron cinco dotaciones de bomberos que finalizaron su labor a las tres de la madrugada.

El origen del incendio según las primeras estuimaciones de los bomberos podría deberse a una serie de explosiones en uno de los pisos de la cuarta planta cuyos inquilinos no se encontraban en la vivienda en ese momento. "Primero se oyó una pequeña explosión, hacia las 21.30 horas, después se produjo una mucho mayor", ha relatado uno de los vecinos del inmueble. Las explosiones rompieron las ventanas y generaron chispas que prendieron la ropa tendida en el patio interior del edificio. El incendio se propagó a gran velocidad afectando a otras cuatro viviendas.

Aunque según los técnicos del Ayuntamiento de Barcelona y de los bomberos, la estructura del edificio no se ha visto afectada. Cañerías y los bajantes sí que han sufrido graves desperfectos por lo que los vecinos del inmueble, aun aquellas viviendas que no sufren daños materiales, no podrán volver a sus casas hasta que no se repongan los servicios de agua, luz y gas. Tan solo seis vecinos durante la pasada noche y 18 para la noche de hoy han recurrido a los servicios sociales del distrito para dormir en un hotel, el resto ha pernoctado en casa de amigos o de familiares.

Hasta esta mañana, los vecinos no han podido volver a sus hogares para conocer el estado en el que han quedado sus casas y para recoger algunas pertenencias con las que pasar otra noche fuera del hogar.

En la misma calle de Castillejos el 31 de diciembre de 2009 se produjo otro incendio en el que murieron cuatro personas. A raíz de esa tragedia, el Ayuntamiento de Barcelonacreó una comisión de seguimiento de cara a coordinar los trámites con las compañías de seguros y con las compañías suministradoras de servicios para dar la mayor información a los vecinos y asegurar una respuesta rápida y eficaz. Para evitar molestias a los vecinos afectados, establece como interlocutores al administrador de la finca, los servicios sociales y la comisión del distrito de Horta-Guinardó.