Los secretos de la dieta
Un estudio coordinado por la Universidad de Lleida revela cómo interfiere en el metabolismo el cambio de hábitos alimenticios
Ni todas las partes del cuerpo son igual de sensibles a las modificaciones en la dieta habitual ni la menor ingesta de determinados alimentos afecta del mismo modo a las distintas partes del organismo. Un estudio dirigido por la Universidad de Lleida ha revelado cómo los cambios en la ingesta de determinados alimentos influye en el metabolismo del organismo para determinar cómo operan las dietas en el cuerpo. El objetivo de la investigación, publicada hoy en la revista Journal of Proteome Research, es comprender mejor el funcionamiento del organismo para detectar el origen de posibles enfermedades.
El trabajo se ha centrado en los cambios de composición de la sangre, la orina y el contenido intestinal debido a la mayor o menor introducción en el organismo de moléculas de origen vegetal: estas tienen propiedades antioxidantes y se hallan en altas cantidades en alimentos como frutas, verduras y legumbres; y también en productos como el té, el chocolate o el aceite de oliva. El mayor consumo de estos antioxidantes modifica el metabolismo relacionado con la mayor presencia de colesterol y de la energía. Pero estos cambios son especialmente agudos en en el contenido cecal y la orina, mientras apenas afectan la composición sanguínea, según los resultados obtenidos en animales de experimentación.
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La investigación abre la puerta a determinar científicamente la influencia real de consumir un determinado ingrediente o alimento en el organismo, lo que permite validar la utilidad de los productos denominados funcionales, destaca la investigación. Por este mecanismo, se podría determinar la auténtica eficacia de aquellos productos que prometen beneficios para el organismo, muchos de los cuales no han podido determinar su eficacia tras su comercialización.
La investigación, financiada por el Ministerio de Industria con 200.000 euros, ha durado cuatro años y ha contado con la colaboración de las universidades Rovira i Virgili de Tarragona, la Autónoma de Barcelona y la Complutense de Madrid, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el IRTA y un consorcio formado por nueve empresas agroalimentarias interesadas por explotar comercialmente los resultados del trabajo.
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