Y Dios eligió a una mujer

BERNA GONZÁLEZ HARBOUR

No son grandes noticias para las mujeres, son grandes noticias para este mundo cambiante, para un sociedad en la que el poder se transforma mucho más despacio que sus tripas. The New York Times ha anunciado que una mujer, Jill Abramson, será la futura directora del diario más influyente del mundo, el espejo en el que nos miramos los grandes y pequeños periódicos y el emblema de la lucha por la democracia y la transparencia. Será la primera directora del diario en 160 años de historia.

"Crecí considerando al New York Times como una religión. Para mí algo era verdad sólo cuando lo publicaba el diario", dijo ayer la neoyorkina, de 57 años.

Y precisamente porque es una religión, porque The New York Times ha brillado siempre por su independencia yha sobrevivido con entereza a sonoras equivocaciones de las que no se supo librar (como la cobertura de la preguerra de Irak) pero que sí supo corregir, la designación de una mujer al frente abre un camino ejemplarizante para un mundo editorial, el de los periódicos, históricamente masculino.

Ya sabemos que defender la presencia de mujeres al frente de instituciones desatamuchas críticas y algunos desprecios. Recordábamos aquí hace pocos días a propósito de Christine Lagarde que a nadie avergüenza emplear argumentos geográficos para disputar el cargo al frente de instituciones como el FMI, pero a muchos espanta oír hablar de argumentos de género. ¿Debe ser el director del FMI europeo o alguien procedente de un país emergente? ¿Cuánto pone Europa sobre la mesa para garantizarse un dirigente europeo?

Ningún poder va a defender la presencia de mujeres, sencillamente porque las mujeres no están, o están escasamente en el poder. ¿No llegamos porque no somos invitadas o porque decimos que no? Lo analizaba ayer en este blog Lola Huete, en un recorrido sincero en el que recogía la reflexión de varias mujeres de este periódico sobre por qué no es fácil llegar al poder. Porque a veces, eso es cierto,las mujeres decimos que no.

Sólo una reflexión apresurada: The New York Times, la religión de la democracia y el buen periodismo, marca de nuevo tendencia: la edad no es un obstáculo, y el género no es un obstáculo. Esta vez, Dios ha elegido a una mujer.

Y el espejo en el que nos miramos empieza a cambiar.