El gerente de Orange Market declarará sobre el cohecho de Camps
La causa de los trajes sigue adelante
El caso de los trajes, en el que están imputados por cohecho pasivo impropio Francisco Camps y otros tres altos cargos, sigue adelante y se aproxima al momento clave, en el que el juez decidirá si sienta al presidente valenciano en el banquillo por haber aceptado regalos de la trama corrupta Gürtel. El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) valenciano despachó ayer dos de los muchos recursos que las defensas han interpuesto desde que se abrió la causa. El abogado de Camps había pedido la práctica de seis diligencias en la audiencia preliminar que precederá a la apertura o no del juicio. La Sala Civil y Penal del tribunal desestimó tres y aceptó otras tres. La defensa de Rafael Betoret (ex jefe de gabinete de Turismo) había solicitado otras tres diligencias y la sala las rechazó todas.
La aceptación parcial del recurso de Camps no implicará demora del procedimiento, explicaron fuentes jurídicas; solo conllevará que la audiencia preliminar sea un poco más larga. Significará también que en esa vista declararán el chófer, un escolta del presidente valenciano y también Cándido Herrero, gerente de Orange Market. Dicha empresa era administrada por Álvaro Pérez, El Bigotes, hombre fuerte de la trama corrupta en Valencia, a quien Camps llamaba "amiguito del alma".
La empresa, según la investigación, saqueó los fondos públicos valencianos (se embolsó ocho millones de euros adjudicados supuestamente de forma irregular). Y prestó ayuda electoral al PP valenciano al servir de vehículo a las aportaciones ilegales con que varias constructoras financiaron las dos últimas campañas electorales de Camps, según las pruebas acumuladas. Por ello y por la rapiña del dinero destinado a la visita del Papa (otros tres millones), la Fiscalía Anticorrupción ha pedido imputar a la cúpula del Gobierno y el PP autonómico por cohecho, prevaricación, delitos fiscales y electorales.
El juez instructor del caso de los trajes, José Flors, había rechazado la declaración del chófer y el escolta de Camps porque el presidente valenciano pretendía probar con ello que un día le pidió prestado a su guardaespaldas para comprar una americana. El problema, señaló Flors, es que "nadie pone en duda" que pagase esa prenda, sino que hiciese lo mismo con otras 25, que son por las que está imputado. La sala considera, sin embargo, que la declaración en la vista sobre "lo sucedido aquel día" podría "tener alguna influencia" sobre la decisión que tome Flors.
El juez solo está ya pendiente de un recurso, presentado contra la posibilidad de que los cabecillas de la trama compartan banquillo con Camps. Los plazos, afirman las fuentes, irán justos, pero es posible que el juicio contra el presidente se abra antes de elecciones. El socialista Ángel Luna pidió al presidente que dejara de "esconderse tras las togas de sus abogados".
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