La polémica finca de los Wellington espera al príncipe Carlos
Es la última parada en la visita oficial a España, tras la que viajarán a Marruecos
La localidad de Íllora (Granada), y en concreto el núcleo de Alomartes, espera la llegada de los herederos británicos que pasarán el fin de semana en la finca que el duque de Wellington tiene en la zona. Es el punto final a la visita oficial a España. Cuando lleguen a Granada lo harán para descansar y disfrutar, con carácter privado, en la residencia. El lunes continuarán con la gira que iniciaron en Lisboa y que les llevará hasta Marruecos.
La finca a la que llegarán esta tarde Carlos y Camila es un obsequio español al duque de Wellington y sus descendientes como agradecimiento por su ayuda durante la Guerra de la Independencia contra la ocupación napoleónica y a ella ha acudido el Príncipe Carlos en otras ocasiones también en visita privada.
El Ayuntamiento cuestiona desde hace tiempo la cesión de la finca donde se alojarán
Esta vez, de nuevo hay pocas expectativas en el municipio ante la posibilidad de ver los herederos británicos por la comarca granadina. Se alojarán en el antiguo palacete del siglo XIX que tiene la finca, que fue adjudicada al duque por las Cortes de Cádiz en un decreto fechado el 22 de julio de 1813. "En testimonio de su más sincera gratitud" adjudicaron el Soto de Roma al Duque de Ciudad Rodrigo para sí y sus sucesores.
Dicha concesión la cuestiona desde hace algún tiempo el Ayuntamiento de la localidad, dirigido por el socialista Francisco Domene. El Consistorio tiene previsto iniciar a finales de abril un expediente de investigación de oficio, ya que, según sostiene el alcalde, "la Dehesa Baja de Íllora es independiente y no forma parte de Soto de Roma".
En la finca, desde hace semanas, los turnos de los trabajadores se han intensificado, aunque en el pueblo no le dan mucha importancia a la visita real. La verja negra que da acceso a las mil hectáreas de terreno se ha visto más veces abierta estos días. La W de Wellington y las letras CR de Ciudad Rodrigo, los títulos más destacados del duque, aparecen en la cancela de entrada al terreno, cuyo administrador declina hablar con la prensa.
Las relaciones entre Íllora y la hacienda no son fluidas. Por eso los ilurquenses tienen pocas esperanzas en que la pareja se deje ver por el municipio. Pese a ello, el alcalde no ha dudado en invitar a los herederos a la feria de la tapa que se celebra este fin de semana en el pueblo y que coincide con la visita de Carlos y Camila.
El abogado e historiador Miguel Ángel Espejo asegura que fue el primer administrador de la finca, J. O'Lawlor, el que "ocupó ilegalmente" la propiedad de la Dehesa Baja de Íllora. Uno de los documentos fundamentales en los que basa su teoría es el Diccionario Geográfico de Pascual Madoz, en el que se refiere a la finca como "usurpada" e incluso hace mención a que fue devuelta a la localidad en tres ocasiones.
Recuperar los documentos en los que se basó Madoz es fundamental para la batalla que pretende emprender el Ayuntamiento, al que anima la idea de expropiar los terrenos por los efectos que podría generar, apunta, "en el empleo de la comarca". Muchos vecinos consideran que los terrenos podrían tener más actividad agrícola.
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