"200.000 aves sobrevuelan la laguna, alguna ha podido caerse en ella"
González dice que Comunidad intenta recuperar la laguna del paraje Boca Alta pero la situación "es compleja"
El vicepresidente y portavoz del Gobierno de Madrid, Ignacio González, ha señalado esta mañana que "son más de 200.0000 las aves que sobrevuelan al año" la laguna contaminada de Arganda y que, "desgraciadamente, es posible que en algunos casos alguna haya podido caer y fallecer" en respuesta a la información que hoy publica EL PAÍS. En esta laguna, situada en el paraje Boca Alta, en el parque regional del Sureste, decenas de aves mueren dos años después de que la Comunidad la comprara para limpiarla.
En la rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno, González ha asegurado que el Gobierno regional "intenta" recuperar la laguna pero que la situación en ese enclave "es compleja". El número dos del Gobierno regional ha insistido en que el Ejecutivo autonómico asumió hace años el control de dicha laguna para "recuperarla" y "ver qué es lo que pasaba en ella, los problemas que tenía, qué tipo de contaminantes y cómo se podía recuperar".
En este sentido, ha afirmado que se han hecho "otro tipo de actividades y análisis" y que se sigue trabajando en este asunto, sin embargo, éste "no es fácil de abordar". "Al parecer, según los informes de los técnicos, la situación es bastante compleja", ha añadido. Además, ha asegurado no recordar si se ha sancionado o no a los responsables de su estado.
La Sección de Agentes Forestales de la Comunidad de Madrid de UGT ha criticado la "deplorable situación" de la laguna, llena de chapapote por los vertidos realizados por los anteriores dueños de la finca. El deterioro de la conocida como laguna Chernóbil tiene su origen en los vertidos de hidrocarburos y otros materiales generados desde 1989 por las empresas Aceites Uribarri y PIQSA. Quebraron y sus dueños no se responsabilizaron del terreno, el propietario murió y el humedal pasó a manos de la Agencia Tributaria. El terreno salió a subasta y lo adquirió otra empresa, que finalmente no tomó posesión de él al observar el estado en el que se encontraba. La Comunidad adquirió la parcela por valor de 50.000 euros, con el objetivo de restaurar la zona.
