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Blogs / Cultura
Del tirador a la ciudad
Coordinado por Anatxu Zabalbeascoa

Navarro Baldeweg explica su cambio

Anatxu Zabalbeascoa

Entrevistado por los, entonces, estudiantes Laura Domingo, Carmen Gallego, Gabriel Horrach y Gillermo Zuaznabar, Juan Navarro explica las ideas detrás de su arquitectura. Y detalla el cambio gestual de sus últimos proyectos en el libro Juan Navarro Baldeweg. Conversaciones con estudiantes (Gustavo Gili, 2011).

 Arte:

A Juan Navarro Baldeweg le resulta imposible distinguir dónde empieza la arquitectura y dónde termina el arte. Y al revés. “Mi trayectoria ha sido, es y será una vida de trabajo en varios oficios, en varios medios expresivos”. Pero es rotundo al asegurar que el arte es grande porque te introduce en mundos que desconoces. “Te hace verlo más claro. Te acerca al conocimiento sin información previa”. “La actividad artística trabaja con aquello que no se conoce muy claramente”.

Navarro cuenta también que la práctica del arte es una investigación perenne y constante que le aporta ideas para desarrollar la arquitectura. “Uno de los problemas de la arquitectura es hacer emocionante la vida, las coordenadas de la vida. Para que se produzcan las emociones en el simple estar, en el simple vivir, esas coordenadas deben activarse por distintos medios, la organización de lo físico, la materia… A mi juicio, ésta es la función del arquitecto. Es una función que supera la idea del funcionalismo”.

Mezcla:

“He defendido frente a otros profesores muy estimables que la disciplina de la arquitectura se enriquece con otras disciplinas. Lo formal proviene de muchísimas fuentes. No hay que tener miedo a esos contagios”.

“Cualquier cosa del mundo puede tener interés. Robert Venturi hablaba de una arquitectura vulgar que está casi bien. Hay una arquitectura anónima que él sabe cómo tocar para que salte al plano de la alta cultura”.

 

Belleza:

La belleza no como meta, u objetivo para un artista, sino como hallazgo, ocupa las páginas en las que explica la búsqueda común de la arquitectura y el arte: “La meta es la celebración de la vida. Reaccionamos ante una obra porque reproduce en nosotros un entusiasmo parecido al que llevó a hablar al artista”.

“La belleza en arquitectura debe ser lo que produce la vida placentera o emocionante, aunque pueda aparentar ser dura desde el punto de vista formal. Probablemente lo maravilloso de la obra de Le Corbusier es que puede ser muy dura, muy austera, pero es capaz de producir una vida buena. La arquitectura debe pensarse desde las consecuencias que vaya a producir”.

Relación arte-arquitectura:

Sobre la relación de sus dos principales ocupaciones -arte y arquitectura- Navarro provoca su intersección al decir que “una pintura valiosa crea horizontes que incluyen al espectador. Alguna vez he hablado de estimular el horizonte como el verdadero cometido de las obras de arte”. O al hablar de la arquitectura como body art: “un arte del cuerpo es el arte que te trae las sensaciones corporales por excelencia”.

 Finalmente, el cambio:

Los autores también abordan el cambio caligráfico y expresionista de los últimos proyectos de Navarro Baldeweg:

“¿Cómo justificaría la gestualidad de sus obras ante quienes hemos admirado la contención de su arquitectura?”- preguntan los estudiantes:

“Es una inclinación hacia lo corporal que tiene que distinguirse del formalismo. La necesidad de exposición de lo corporal hacia el exterior. El calígrafo chino sabe que cuanto más abierta esté la puerta de la singularidad más abierta está la de lo universal. El formalismo confunde, no distingue lo singular de lo universal”.

“Después de una etapa muy estricta, llega un Alvar Aalto soltando las líneas, y se agradece que suelte esas líneas gestualmente. Creo que obedece a una especie de hambre o de ansiedad. En su trabajo hay mucha manifestación manual, mucho de caligrafía personal. En mi caso también lo sentía con mucha fuerza en el empleo de color”.

“Hay una lectura equivocada de la manifestación del garabato en la arquitectura, ya que considero que el gesto siempre está dentro de una tradición de la que constantemente sentimos hambre. Gran parte del formalismo trata de sustituir esa función de la mano. Y también hay diferencias porque siempre he defendido más el mundo de Gehry que el mundo del formalismo. Gehry no es más que el garabato, es gestual, es proyección del cuerpo”.

“Estar fuera de escala tiene mucho que ver con el gesto y con el acto de medir con el cuerpo”. Cuando algo está fuera de escala y se sostiene, es que estamos en el ámbito de lo sublime”.

En un breve ensayo que cierra el libro, Gillermo Zuaznabar también explica el cambio de Juan Navarro así: “Esos elementos, para muchos extravagantes o caprichosos, ocurren donde se pretende el encuentro. Son gestos de apropiación, marcas territoriales sobre la construcción, señales de un ejercicio ritual que enlaza al arquitectura y los oficios con los ritos y los gestos”. No tienen más justificación que su fuerte presencia. Según Zuaznabar, tampoco tienen miedo.

Comentarios

Pedirle desde aquí al señor Navarro Baldeweg que luche por su proyecto de Centro Cultural de Benidorm, es un proyecto muy beneficioso para la ciudad, muy bonito y que el PP tiene paralizado desde hace dos años.
¿¿Conversaciones con los estudiantes?? Estuve tres cursos de proyectos en la cátedra de Juan Navarro Baldeweg y todavía no le he visto el pelo. En la Escuela de Arquitectura de Madrid Juan Navarro era el objeto de todos los chistes acerca de su particular cualidad de profesor siempre ausente, ya que nunca se dignaba ni siquiera en aparecer, Por lo demás, es un arquitecto extraordinario, de lo mejor que tenemos en España.
#gabriel Recuerdas que a veces ponian carteles por la escuela para conseguir encontrar a Navarro? "SE BUSCA CATEDRATICO, responde al nombre de Juan..."De los mejores arquitectos que hay en Espana, pero como profesor no puedo decir nada de el porque no aparecio por clase ni un solo dia. Solo me queda la duda de saber si renunciaba a su sueldo.
Pedirle desde aquí al señor Navarro Baldeweg que cuando esté en la lista de profesores, venga a ejercer de profesor.
Me acuerdo, y también de cuando Esperanza Aguirre tuvo la inexplicable ocurrencia de despedirle de la obra de los Teatros de Canal...http://www.elpais.com/articulo/madrid/Aguirre/aparta/arquitecto/Navarro/Baldeweg/obra/Teatro/Canal/elpepuesp/20071020elpmad_2/TesEsos días la Escuela se llenó de carteles con la consigna de "apoyemos a Juan Navarro". En todos ellos aparecían comentarios espontáneos del tipo: "¿¡pero ése quién es!?", u otros como "pero, ¿estaba vivo?"
El link no ha salido bien, es:http://www.elpais.com/articulo/madrid/Aguirre/aparta/arquitecto/Navarro/Baldeweg/obra/Teatro/Canal/elpepuesp/20071020elpmad_2/Tes
Pues no lo sé... este señor ha hecho el Museo de la evolución de Burgos -un proyecto en el que había bastante dinero- y después de verlo acabado... yo creo que hemos perdido la oportunidad de tener un edificio que suponga un doble atractivo, el exterior... y lo que se expone en el interior. Por lo que leí en su momento está claro que tiene una historia que habla por si misma... pero en Burgos, si alguien reconoce su nombre es para decir... ya podrían haber hecho el proyecto del japones (Arata Isozaki)
Ya no sólo me extraña que el señor Navarro converse con estudiantes, siendo yo mismo uno de la Escuela dónde se supone que "sienta" cátedra y nunca habiéndole visto, sino que también me extraña el verbo conversar. El catedrático que en charlas habla de su "obra" pictórica en cuanto a "épocas", "periodos"; cómo de si un difunto artista se tratara. El catedrático que dudo sobremanera que haya mantenido otro nivel comunicativo con un estudiante que el de monologo, aquel que tanto gusta a los que tienen el ego necesario para ejercer de arquitectos de altos vuelos.Sin entrar en su faceta como arquitecto, considero el libro una hipocresía en título; y su imágen, ser egocéntrico con trazo de artista plasmada en fachadas de sus obras.(sin duda respetando su obra)
Grandisimo arquitecto. Tan grande que esta por encima de plazos y presupuestos, incluso cuando su cliente somos todos los contribuyentes...
Estuve dos cursos en la cátedra del Sr. Navarro, no le ví la cara ni un solo día. Supongo que será un libro de humor... Totalmente de acuerdo con el comentario escrito por Rulo.

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