Otros políticos afectados por el cáncer
María San Gil, Iñaki Azkuna y Teresa Casal tuvieron que retirarse un tiempo de la vida pública para recuperarse de su enfermedad
La retirada por unos días de la vida pública anunciada hoy por de Esperanza Aguirre al detectársele un cáncer se suma a otros casos en los que algunos políticos han tenido que apartarse por un tiempo de su actividad al padecer esta enfermedad.
La ex presidenta del PP vasco María San Gil se retiró unos meses al diagnosticársele también un cáncer de mama un mes antes de las últimas municipales celebradas en 2007. La enfermedad le impidió participar en la campaña electoral. En agosto de ese mismo año anunció su vuelta a la actividad tras estar totalmente recuperada. San Gil dejó la presidencia del Partido Popular vasco y su escaño en Vitoria un año después, por discrepancias con Mariano Rajoy.
En 2003, al alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna (PNV), se le detectó un cáncer de próstata. Solo unos días después de celebrarse los comicios municipales de ese año en los que resultó ganador el regidor, que lleva más de 12 años en el cargo, hizo pública su enfermedad. Tras ser operado, Azkuna regresó, fue reelegido en 2007 y optará de nuevo a la alcaldía el próximo mes de mayo.
La teniente alcalde de Pontevedra, Teresa Casal, se sometió a una operación para extirparle un tumor en el pecho en diciembre de 2010. La concejala socialista que lleva siete años en el cargo retomó su actividad política en el Concello de Pontevedra en menos de un mes.
Más grave fue el desenlace de la enfermedad de José Antonio Labordeta, fallecido en septiembre del año pasado a los 75 años. Aquejado de un cáncer de próstata, el cantautor se retiró de la actividad política tras diagnosticársele en 2006, época en la que ocupaba un escaño en el Congreso como diputado de la Chunta Aragonesista.
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