Los autores del doble crimen de la Barceloneta estarán 40 años en la cárcel

La Audiencia de Barcelona ha condenado a 82 años de prisión a los dos ladrones que en octubre de 2007 torturaron y mataron a dos delatores en un piso del barrio barcelonés de la Barceloneta, en una sentencia que ordena que permanezcan en prisión el máximo de 40 años que prevé la ley.

En su sentencia, la sección novena de la Audiencia condena a Jauat Amarani y Mustapha Ficri por el doble crimen y la detención ilegal de los dos delatores, así como por el intento de asesinato de un tercer joven que logró salvar la vida saltando por el balcón del piso, aunque no pudo evitar las torturas.

La sentencia da por probado que ambos condenados, que al parecer se dedicaban a hurtos y pequeños robos, mataron en octubre de 2007 a dos compatriotas suyos, en represalia porque los habían delatado ante la policía, tras someterlos a una larga noche de torturas en que fueron golpeados, acuchillados y heridos con cristales, cinturones y objetos incandescentes.

Por cada uno de los asesinatos, el tribunal impone la pena máxima de 25 años que permite la ley, "en atención a la extraordinaria brutalidad, crueldad y perversidad desplegada" por los procesados, que según la sentencia "se prodigaron en una auténtica barbarie (...) causando un horrendo sufrimento que merece la más enérgica y contundente respuesta penal".

Además, la sala aplica a los procesados el artículo del Código Penal que permite fijar en el máximo de 40 años el cumplimiento efectivo de la condena en prisión cuando se sumen al menos dos penas de 25 años de cárcel o superiores, un castigo que suele quedar reservado a los asesinos múltiples -como Pedro Jiménez, autor de la muerte de las dos policías de L'Hospitalet de Llobregat(Barcelona)- o terroristas.

La sentencia descarta rebajar la pena a los asesinos por la atenuante de drogadicción, al considerar que no está probado que los procesados tuvieran mermadas sus capacidades por el consumo de estupefacientes, y recuerda que este supuesto no puede aplicarse de forma automática.

En su resolución, la sala no ahorra adjetivos para retratar la crueldad empleada en el doble crimen y recalca el hecho de que las víctimas fueran inmovilizadas durante horas, "expuestas al frenético y salvaje despliegue violento de sus agresores", como demuestra la expresión facial de sufrimiento y espanto que revelaban los rostros de los cadáveres.

De hecho, los forenses que declararon en el juicio resaltaron la "extravagancia" del ritual de torturas a que fueron sometidas las víctimas, que incluía la introducción de cacahuetes y anacardos en la boca de la víctimas -práctica común en la violencia contra los delatores policiales- y el rociado de sus cuerpos con chocolate en polvo.

El juicio por el doble crimen de la Barceloneta se inició en mayo de 2009 sólo contra Jauat Amarani, pero el tribunal devolvió el caso al juez instructor tras detectar varios fallos en la causa, entre ellos que el otro procesado se encontraba en busca y captura aunque varios testigos mantenían que vivía tranquilamente en el barrio de la Barceloneta. Además, en la causa figuraba una muestra de ADN que no se había comparado con la del principal imputado en la causa.