Gitanas con paso firme
Las gitanas están en la lucha y necesitan que les echen una mano. La misma lucha (y la misma mano) que lasfeministas que no son gitanas protagonizaron hace ya décadas. Tienen una buena materia prima para seguir avanzando en la consecución de sus derechos, pero saben las muchas piedras que hay en el camino. A las activistas de hace décadas les sonará como una música conocida: planificación familiar, estudios, visibilidad...
El asociacionismo en el pueblo gitano es débil. Entre las feministas hay algunos nombres, pocos. En 1989, unas pocas gitanas universitarias fundaron Romí, "con fuerza y con miedo hacia la actitud de los hombres" que al final resultaron comprensivos porque tampoco ellas fueron muy transgresoras entonces, reconocen. Ahí están Paqui Fernández, jurista, y su hermana Dolores, maestra, presidenta de la asociación. Ambas le deben este presente dulce a su madre, Antonia, que emigró a Alemania buscando un futuro más abierto para sus hijas. Hay más: Carmen Carrillo, que fue la primera gitana concejala, en Jaén. Amara Montoya, Trinidad Muñoz... y por su puesto Alexandrina Moura da Fonseca, madre con 15 años, abuela con 36 y bisabuela a los 54. Actual responsable del área de Mujer de la Fundación Instituto de Cultura Gitana: "He tenido suerte de vivir en una familia en la que mi padre nos dio el mismo lugar a las chicas que a los chicos", dice. Ayer mismo, enla presentación de una guía sobre el pueblo gitano,pedía visibilidad para las mujeres gitanas y "dejar atras los prejuicios. Peroreconocía que están 40 años por detrás del movimiento feministaespañol. Quizá no tanto."En la sociedad en general el hombre español todavía muestra indicios de machismo; y en la sociedad gitana aún más por el papel secundario que hemos asumido las mujeres. Pero los jóvenes muestran cambios y las mujeres hacen partícipes a sus esposos de la transformación", dice Paquí Fernández.
Hay hay muchas actitudes en el mundo gitano respecto a las mujeres que a mí me recuerdan al comportamiento demis abuelos. Eso solo demuestra que el camino, al final, se va allanando.
BUT BAXT TUMENQUE (que la suerte os acompañe, en romaní).
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