El patrón del 'Alakrana': "Fue una noche horrible de malos tratos y culatazos"
Ricardo Blach relata en la Audiencia Nacional "las palizas" que recibió de los piratas.- Los dos detenidos por el secuestro del atunero vasco declaran ante la juez que eran dos rehenes más a bordo
Tras las declaraciones de esta mañana de los dos presuntos piratas somalíes acusados de secuestrar el Alakrana, esta tarde ha sido Ricardo Blach, el patrón del atunero, el que ha relatado pormenorizadamente qué sucedió a bordo.
Blach ha rememorado ante la juez de la Audiencia Nacional Ángela Murillo cómo los piratas, que llegaron en dos esquifes, le pegaron con dureza nada más abordar el barco: "Subieron pegando tiros, nos pusieron boca abajo... Me dieron una paliza tremenda". Según ha declarado, el primer día de todos fue el peor: "Temíamos por nuestra vida".
El patrón del Alakrana ha identificado ante la juez a Abdu Willy y a Raageggesey Adji Haman, que estaban sentados justo detrás de él, como dos de los secuestradores. "Parece que lo estoy viendo, tenía unas medias verdes y no sé si las llevará aún", ha dicho refiriéndose a este último.
Blach ha sido el segundo de los miembros de la tripulación en declarar después de que el pasado 28 de enero lo hiciera el engrasador del Alakrana, Gaiza Iturbe. El patrón ha relatado que los secuestradores "eran los dueños y señores del barco". "Lo primero que hicieron fue preguntar por la caja fuerte". Los piratas se llevaron 50.000 euros que se repartieron en su presencia, dijo.
Blach ha contado que los piratas estaban al tanto de todo lo que ocurría en España porque les obligaban a sintonizar la BBC, que emitía una hora al día en su idioma. Al principio, les llegó la noticia de que los militares españoles habían matado a sus dos compinches. "Fue una noche horrible de malos tratos, culatazos...", recordó el patrón. Después, cuando supieron que no estaban muertos, sino detenidos, amenazaron a la tripulación del Alakrana: "Decían que si no soltaban a los detenidos, a nosotros tampoco y nos maltrataban".
Blach ha reconocido ante la juez que aprovechó la primera llamada que les dejaron hacer a sus familias para telefonear a la fragata Canarias y recirminarles que hubieran hecho públicas las detenciones.
En su declaración, en la misma línea que lo que el viernes pasado contóIturbe, el patrón del Alakrana ha dado ejemplos de la crueldad de los piratas. "No me dejaron ir al baño en 18 días". Durante ese tiempo tuvo que orinarse encima hasta que uno de los secuestradores con el que hablaba más "porque le gustada el Real Madrid" le trajo ropa nueva.También ha relatado cómo vio a un pirata de 16 años presumir de haber violado a una rehén de otro barco secuestrado, el Ariana. "Luego volvió todo satisfecho. Fue horrible".
El patrón del atunero ha ido desgranado recuerdos dolorosos y hechos relevantes de la actitud de los secuestradores. Así, ha contado que apenas le dejaban dormir para que vigilara el radar del barco las 24 horas del día y que los piratas se asustaban de cualquier cosa: "Pensaban que una nube era un avión...". Apenas podían hablar tres minutos con sus familias y siempre con una pistola apuntado a sus cabezas.
Sobre el rescate que presuntamente se pagó por la liberación del atunero, Blach ha asegurado que en el barco había un negociador pero que "no sabe con quién negociaba" y ha dicho que no vio ningún momento que se produjera un intercambio de dinero.
Los dos piratas detenidos por militares españoles por su participación en el secuestro del Alakrana, Abdu Willy y Raageggesey Adji Haman, habían declarado por la mañana ante la juez que ellos no son secuestradores, sino "secuestrados", y que se consideran víctimas y no acusados.
"Me siento una víctima en esta causa", ha declarado Abdu Willy. El acusado ha asegurado que otros tres piratas se metieron en la barca en la que estaba pescando con su compañero Raageggesey Adji Haman, y les llevaron al atunero contra su voluntad. "Una vez a bordo del Alakrana, los piratas- sus secuestradores, según su relato-, "nos obligaron a llevar armas". Abdu Willy ha dicho que estaban cargadas, aunque su compañero ha dicho después que no.
Abdu Willy, al que una vez detenido en España le tuvieron que practicar varias pruebas médicas hasta concluir que era adulto, ha asegurado hoy que tenía "16 años, a punto de cumplir 17" cuando fue capturado por los militares españoles, aunque seguidamente, a la pregunta de en qué año nació, ha afirmado que no lo sabía.
Raageggesey declaró que una vez en España, mientras el Alakrana seguía secuestrado, la policía le obligó a hablar por teléfono con un tal Elyas, jefe de los piratas. "Le pedí que no hiciera daño y dejara libres a los españoles". Al igual que Abdu Willy, Raageggesey ha mantenido ante la juez que ambos son tan víctimas como la tripulación del Alakrana y que no sabía por qué los piratas habían dejado en su barca, antes de que abandonaran el atunero, 2.500 dólares, móviles, utensilios del barco como una navaja de Albacete, y abundante gasolina y provisiones. En su declaración en comisaría, Abdu Willy había declarado que el dinero se lo habían dado los secuestradores del Alakrana "por las molestias causadas".
La juez Ángela Murillo ha reprendido a Abdu Willy durante el juicio por la forma -se había ido escurriendo poco a poco en la silla- en que estaba sentado. El fiscal pide 220 años de prisión para cada uno de los piratas por 36 delitos de detención ilegal bajo rescate (uno por cada tripulante del Alakrana), un delito de robo con intimidación, además de 100.000 euros de indemnización a cada marinero.
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