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El alcalde de Reus culpa al de Tarragona de alentar la rivalidad entre ambas ciudades en la batalla por Ikea

El primer edil reusense insiste en que su oferta de terrenos para la compañía sueca es "más madura"

La pelea por atraer la multinacional Ikea a sus respectivas ciudades se ha sobrepuesto este año a las tradicionales felicitaciones navideñas que se cruzan los Ayuntamientos de Reus y Tarragona. Los alcaldes de estas ciudades, ambos del PSC pero enfrentados por captar la tienda que la compañía sueca prevé abrir en la provincia antes de 2015, llevan una semana regalándose pullas indirectas a través de sus declaraciones.

Hoy ha sido el turno del primer edil de Reus, Lluís Miquel Pérez, que en una carta abierta remitida a la prensa local acusa al Ayuntamiento tarraconense, sin citar precisamente al alcalde de esta ciudad, Josep Félix Ballesteros, de atizar interesadamente la vieja rivalidad entre ambas ciudades a cuenta de la futura implantación de Ikea.

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"A Reus nos cansa esta dinámica y por eso nunca iniciamos las polémicas: basta recordar cómo se produjo hace un año la propuesta del cambio de nombre del aeropuerto", ilustra Pérez en relación a la reclamación de Ballesteros el año pasado de que el aeropuerto de Reus incluyera el nombre de Tarragona. "En Reus no tenemos costumbre de gobernar a golpe de titulares. No todos somos iguales, afortunadamente", remarca sin citar directamente a Ballesteros.

La polémica por el nombre del aeropuerto, emprendida por Ballesteros como pilar de una campaña para reivindicar la capitalidad de Tarragona ante la intención de Reus de reclamar la bicapitalidad, posibilidad contemplada en la ley de veguerías, insufló un nuevo brío a las viejas rencillas entre ambas ciudades. El asunto de la terminal todavía levanta ampollas entre reusenses y tarraconenses y esa tensión ha cristalizado ahora, a pocos meses de las elecciones municipales, en torno a otra batalla de tinte comercial. En esta ocasión ha sido el alcalde de Reus quien se ha pronunciado para intentar que su ciudad suplante a Tarragona como sede de la futura tienda de Ikea. La empresa, que ha admitido estar interesada en instalarse en suelo tarraconense, precisa que aún no ha cerrado ningún contrato. Y Pérez señala que esa brecha supone una oportunidad para captar la conocida firma internacional.

Viejas rencillas entre alcaldes

Siguiendo la estela de El Corte Inglés, inaugurado en Tarragona en octubre, el alcalde socialista Josep Félix Ballesteros anunció la semana pasada que Ikea se inclinaba por instalarse en esta ciudad. La preferencia, confirmada por la empresa, disparó una tanda de anuncios por parte de Reus. La batalla por atraer la compañía, que ambas poblaciones mantenían discretamente desde 2007, ha salido al primer plano político. Esa pelea en que se hallan enfrascados los dos alcaldes no solo ha seguido en aumento sino que empieza a airear viejos resentimientos entre ambos políticos.

"A mí nadie me ha invitado a hablar a la ciudad vecina, pero si hubiera ido, jamás se me habría ocurrido obviar sus múltiples liderazgos", protesta en su carta el alcalde de Reus. El primer edil afea así la actitud de Ballesteros, que a principios de mes acudió a Reus invitado por la entidad cultural Círcol de Reus. "Francamente, ¿alguien cree que Reus es hoy más capital que hace un año? ¿Alguien cree que la ciudad ha ganado algo cuestionando la capitalidad de Tarragona?", dijo entonces el alcalde tarraconense al público de Reus. Muchos reusenses lo consideraron entonces una provocación entre excesiva e inadmisible. Entre ellos, el primer edil reusense, según se desprende de estas críticas. "Yo hubiera aprovechado para reclamar una mayor colaboración", insiste Pérez en la misiva. "No se puede poner a todo el mundo al mismo nivel", añade.

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