El presunto parricida de Tarragona confesó el crimen a dos policías en la calle
El hombre se dirigió a una patrulla de la Guardia Urbana en la Rambla
El hombre sospechoso de haber matado a su mujer y a sus dos hijos en Tarragona el pasado 17 de octubre ha sido detenido en Barcelona, según han informado los Mossos d'Esquadra. La Guardia Urbana ha practicado la detención esta pasada madrugada en la Rambla de Barcelona, después de que el hombre se dirigiera a una patrulla que realizaba tareas de seguridad y les confesara el crimen. Ante lo sorprendente de la declaración, los policías acompañaron al hombre a la comisaría y allí comprobaron que tenía una orden de búsqueda y patrulla. Fuentes policiales han asegurado que el hombre estaba localizado en Bélgica y que ayer cogió un vuelo de vuelta a Barcelona.
El presunto parricida había sido detenido al menos en tres ocasiones en los últimos seis meses por quebrantar la orden de alejamiento de la fallecida, de origen marroquí, al igual que el marido. La víctima, de 26 años, cuyo cadáver fue hallado en la bañera del piso cubierto de cal y yeso junto a los de sus dos hijos, había denunciado al marido por malos tratos y el juez le impuso una orden de alejamiento en octubre de 2009. El pasado mes de diciembre, la mujer pidió, sin éxito, al juez que retirara la medida preventiva.
La víctima y su marido vivían en el piso de la calle Reial desde hacía aproximadamente cuatro años, según algunos conocidos. Los cadáveres de la mujer y sus hijos, de dos y cinco años, fueron hallados tras denunciar los vecinos el fuerte hedor que salía del piso. Se temía que el sospechoso hubiera huido a Marruecos.
El matrimonio era natural de Tánger y no tenía más familia en Tarragona. El pasado verano, la familia se fue de vacaciones a Marruecos y regresó del viaje con aparente normalidad. Los conocidos describen al sospechoso del triple asesinato como un hombre "muy problemático" y protagonista de varios enfrentamientos con su esposa y otros vecinos. Otro vecino aseguró que días antes del crimen se produjo una fuerte discusión entre la pareja y que pudo oír a los niños llorando entre ruidos y golpes provocados por una aparente pelea. "Siempre se le oía gritando y peleándose con su esposa", lamentaron los vecinos tras el asesinato.
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