Para que mis hijos puedan elegir
Hace falta un grupo de trabajo entre gobierno, oposición, universidades y empresas que marque verdaderas pautas de desarrollo empresarial y laboral
Os escribo esperando un avión en un aeropuerto de Pennsylvania, esperando volver a casa mañana por la tarde... a casa, que en mi caso es el Reino Unido, Escocia para ser más precisos.
Estas primeras líneas probablemente indiquen ya que no soy uno de los jóvenes en crisis, más bien uno de los afortunados. Acabé la carrera hace ocho años y desde antes ya estaba contratado... tengo una ingeniería técnica y dos superiores, una de ellas en Holanda, donde fui de Erasmus y allí me quedé. ¿Por qué? Pues entre otras cosas veía como mis compañeros en España iban de trabajo en precario a otro trabajo en precario. La mayoría de ellos, grandes ingenieros, son ahora profesores de instituto después de pasar las oposiciones. Y el resto en empresas propias. Tanto unos como otros pueden considerarse afortunados en el contexto actual.
Por duro que parezca, la solución está en salir, España por desgracia no tiene el tejido empresarial para absorber a todos los titulados, y diría aún más, las dificultades históricas de nuestro querido país con respecto al mundo de la empresa y la innovación lo hacen más difícil todavía. Es increíble la burocracia para abrir una empresa en España.
Las cosas están mal por toda Europa, pero las cifras lo dicen todo... Holanda tiene actualmente alrededor de un 5% de paro, y el sistema sigue funcionando. Los contratos de becas, prácticas y demás son muy buenos, y el Estado no permite la perpetuación sine die de los mismos.
Como decía yo he tenido suerte. El precio que tanto mi familia como yo mismo pagamos es el estar lejos de familia y amigos, aunque nuestra situación nos permite visitar un par de veces al año.
Lo que hace falta en España es un grupo de trabajo entre gobierno, oposición, universidades y empresas que marque verdaderas pautas de desarrollo empresarial y laboral. Es lo que el mundo anglosajón llama un win-win, es decir una situación en la que todos ganan. Para ello hay que flexibilizar todas las posturas y dejar que el tejido empresarial se asiente y que España sea una realidad más en el contexto de la Europa. Hay que invertir en desarrollo y en las universidades. España tiene varias de las mejores escuelas de negocios del mundo, y en cambio encontrar una universidad en los primeros 300 puestos de los rankings mundiales es imposible.
Hace poco leí que si eso pasara con los equipos de fútbol de nuestro país se consideraría como un desastre nacional. Yo me considero un gran forofo del deporte rey, y lo que no entiendo es que no haya un plan de choque para mejorar la situación. Se necesita un proyecto a largo plazo con los interlocutores antes mencionados - y recalco lo de largo plazo, porque nuestra situación, y nuestra toma de conciencia actual está a años luz de lo que necesita nuestro país. Va a costar mucho trabajo y mucho tiempo. Pero si no se empieza ahora, cuando el sentido de urgencia está más que afirmado por la coyuntura actual, no lo solucionaremos. Nunca. Aunque sea duro leer la palabra.
No sé si en el futuro iré a trabajar en España. Tanto mi mujer como yo estamos bien por el momento. Lo que si querría es que, mis dos hijos, uno nacido en Escocia y la otra en Holanda, puedan al menos tener la oportunidad de trabajar en condiciones en España si así lo desean, al igual que yo tuve la oportunidad de estudiar y finalmente trabajar fuera de España cuando me lo propuse, gracias al esfuerzo y ejemplo de mis padres. Les doy 20-25 años como máximo, cuendo mis hijos hayan acabado sus estudios.El avión se retrasa. Un saludo desde Pennsylvania, camino a casa... Escocia.
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