Francia entrega a Susper, ex jefe etarra y colaborador policial por accidente

Francia ha entregado hoy a España a Juan o Ibón Fernández de Iradi, Susper, el jefe etarra que, sin quererlo, se convirtió en uno de los más eficaces colaboradores de la policía. Las autoridades francesas lo han enviado a España junto a Balbino Saenz Olarra, Ermilo, un terrorista que durante su paso por el comando Madrid en los años ochenta planeó e intentó cometer los asesinatos de los entonces ministros José Barrionuevo y Matilde Fernández. Los dos llegan desde una cárcel francesa para seguir en prisión, ya que van a ser juzgados en la Audiencia Nacional por una panoplia de delitos terroristas. Y luego, a seguir cumpliendo condena en Francia, para volver a España, de nuevo a la sombra.

Susper se hizo famoso en 2002 cuando fue detenido cargado con documentación de la banda: le pillaron la contabilidad interna de ETA, los documentos de los nuevos etarras recién captados e incluso de los que iban a ser llamados a leva. La misma noche de su captura, fue llevado a una celda de la comisaría de Bayona habilitada para que los detenidos ebrios durmieran la mona. Ágilmente se escurrió hacia la libertad por un tragaluz. En diciembre de 2003 fue detenido de nuevo. Antes había tiroteado y dejado gravemente herido a un gendarme.

Cuando fue detenido portaba una documentación cuyo estudio permitió detener a casi un centenar de reclutas etarras, facilitó conocer las fuentes de ingreso de la organización terrorista, zonas de escondite, zulos. Los servicios antiterroristas, gracias a ello, bromeaban con la frase de que el donostiarra Susper, ya con 38 años (los últimos ocho en la cárcel), se había convertido en una de sus mejores fuentes.

Susper acumula acusaciones por su participación en, al menos, 18 atentados. Por ejemplo, se le considera uno de los autores del atentado en el que murió el agente de la Ertzaintza Iñaki Totorika (en Hernani, el 8 de marzo de 2001); se cree que participó en la colocación de una bomba en el cementerio de Zarautz, que ETA pretendía hacer estallar el 9 de enero de 2001 durante un homenaje que el Partido Popular iba a rendir a un concejal asesinado; y también se sospecha que facilitó la información que permitió a dos pistoleros asesinar en un bar de Tolosa a Juan María Jáuregui, en el año 2000.

Balbino Saenz Olarra, Ermilo, nacido en San Sebastián hace 48 años, ha sido entregado para ser juzgado por pertenencia a banda armada, depósito de armas de guerra, tenencia de explosivos, robo de vehículos, falsificación de documentos, tentativa de asesinato y preparación de cuatro tentativas de asesinato en vehículo contra la autoridad pública. Ermilo formó parte del llamado comando Madrid de ETA y fue condenado a 108 años de prisión por el intento de asesinato de los ex ministros José Barrionuevo y Matilde Fernández y el atentado fallido contra dos furgones policiales. Es uno de los autores de un atentado perpetrado por ETA en las inmediaciones del estadio Santiago Bernabéu