Serna asegura que "el paro" no se va a resolver con "abaratar el despido"

En un contexto de recortes sociales por los planes de austeridad y con el trasfondo de la reforma laboral que aprueba hoy el Gobierno central, EL PAÍS ha lanzado la pregunta: "¿Es eficiente nuestro mercado laboral?". La ha planteado el subdirector de EL PAÍS Francesc Valls, que ha recordado que España tiene una de las tasas de paro más elevadas de Europa, una economía sumergida que alcanza cotas "alarmantes" y adolece de ciertas "rigideces". La consejera de Trabajo, Mar Serna, ha repasado en esta mesa la reforma laboral que aprueba hoy el Gobierno central. "La mejora de la tasa de paro no se va a solucionar con abaratar el despido", ha asegurado.

El secretario general de UGT en Cataluña, Josep Maria Álvarez, sin embargo, ha reformulado la pregunta. "No se trata de hablar de eficiencia, sino de si el modelo productivo es el correcto", ha asegurado. Álvarez ha recordado que hace sólo tres años se ponía como modelo de crecimiento a España e Irlanda, mientras que se destacaba la debilidad de países centroeuropeos cuyo mercado laboral, en cambio, ha resistido mejor el embate de la crisis. "Cuando se dice que todo pasa por rebajar costes laborales cuando el 60% de la gente gana 1.000 o menos significa que vamos a producir con condiciones más parecidas a las del norte de África que las de Alemania", ha lamentado. Los retos son claros: mejorar la formación profesional, procurar la eficiencia energética, producir con alto valor añadido e invertir en investigación. "¿Flexibilidad? También, pero el mercado laboral es el reflejo del modelo productivo", ha agregado.

Joan Carles Gallego, secretario general de CC OO en Cataluña, se ha preguntado si el mercado laboral tiene capacidad de introducir innovaciones y si hay la formación adecuada para hacerlo eficiente. "Hay unas enormes dificultades. Hay una calidad del sistema educativo y la formación profesional manifiestamente mejorable. Y por ello hay dificultades de movilidad dentro del mercado laboral", ha sostenido. Gallego también ha recordado que el nivel de temporalidad es "enorme", lo cual desincentiva a los trabajadores a la hora de rendir y a las empresas cuando deben afrontar inversiones de calado. Por último, Gallego ha dicho que los servicios públicos de empleo son "débiles".

El presidente de la patronal Pimec, Josep González, ha recogido estas dos intervenciones para concluir que "el mercado laboral no funciona". González ha atribuido la debilidad del sistema de trabajo a la "rigidez" de la normativa, que crea una dualidad entre la contratación fija y la temporal. "Eso no es un capricho de los empresarios", ha puntualizado, "porque estos lo que hacen es usar el tipo de contrato que le resulta más flexible". El presidente de la patronal de las pymes catalanas también se ha quejado por la negociación colectiva, que considera "poco descentralizada" y poco útil para las empresas medianas y pequeñas. Pero también ha lamentado los contenidos de la negociación, que ha resumido en una cláusula para garantizar una subida anual del sueldo "equivalente a la inflación y un punto". Sí ha coincidido con los sindicatos, en cambio, en la necesidad de mejorar la formación profesional, y ha rescatado la propuesta que ya hizo a finales del año pasado la consejera de Trabajo, Mar Serna, de vincular la prestación de paro con la formación.

Precisamente, la titular de Trabajo también ha intervenido en esta mesa, que sí ha querido entrar de lleno en la reforma laboral. "La mejora de la tasa de paro no se va a solucionar con abaratar el despido", ha asegurado solo empezar su intervención. Ahora bien, a su juicio, el mercado laboral sí tiene ineficiencias: el 68% de los empleos destruidos han sido temporales. Y si bien la tasa de temporalidad está en mínimos históricos, ha advertido de que la mayoría de los nuevos puestos de trabajo que se están creando son temporales.

Serna ha afirmado que la reforma laboral debería haber sido tripartita, es decir, con un acuerdo entre Gobierno, sindicatos y patronal. En caso de que no sea así, ha recordado, luego los objetivos de la negociación no se trasladan a los convenios y a la realidad. La consejera también se ha quejado de que la negociación debería haber insistido más en la formación del trabajador a lo largo de toda su vida laboral. Y además, debería haber previsto la sanción de la temporalidad fraudulenta, "como se hace en otros países", si bien le ha parecido bien la extensión del contrato de fomento del empleo, que prevé una indemnización de 33 días por año trabajado en caso de despido.