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El Gobierno indemniza a 10 represaliados del franquismo por su condición sexual

"Lo mío lo perdono. Pero el sufrimiento de mis padres, no"

El Gobierno ha indemnizado con 4.000 euros a siete andaluces que fueron encarcelados durante el franquismo por su orientación sexual. Los expedientes para conseguir las compensaciones, reconocidas en la ley de memoria histórica, han sido gestionados por la Asociación de Transexuales de Andalucía (ATA), que ha tramitado también con éxito los casos de otras tres personas de fuera de la comunidad (de Asturias, Galicia y Cataluña). De esta decena de casos, cinco corresponden a gays y otras cinco a transexuales. "La ley franquista estaba hecha para reprimir a los homosexuales, pero a quienes golpeó de forma brutal fue a los transexuales, porque se nos negó nuestra identidad", ha afirmado hoy la presidenta de ATA, Mar Cambrollé.

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La asociación está ya ultimando la tramitación de otros dos casos de transexuales encarcelados por la dictadura. El importe de las indemnizaciones oscila entre los 4.000 y los 12.000 euros, según el tiempo que pasara el afectado en la cárcel. "El dinero es insignificante. No hay dinero que pague lo que sufrieron aquellas personas. Lo importante es la reparación moral", advierte Cambrollé. "Yo lo mío lo perdono. Pero el sufrimiento que pasaron mi padre y mi madre, no", cuenta Soraya, una transexual sevillana que pasó un mes en la cárcel cuando tenía 17 años. A ella la fichó la Guardia Civil a finales de los sesenta, cuando estaba en Punta Umbría (Huelva) pintando una casa junto a cuatro amigas. Les retuvieron unas horas y les dejaron libres. Pero al cabo de un mes fueron a buscarles a sus casas y el juez les envió a la cárcel. "Primero me mandaron a Jerez y luego a Huelva, a una celda sólo de homosexuales", recuerda. "Yo no había hecho nada, pero te llevaban a la cárcel como si hubieras cometido dos crímenes".

Los datos recogidos por ATA cifran en alrededor de 5.000 las personas que fueron represaliadas por su condición sexual, aunque solo unas 2.000 han pedido la reparación moral. "Otros han muerto o prefieren no revolver el pasado", cuenta Cambrollé. "Yo vivía en Triana y había veces que no podía pasar del puente para ir a Sevilla. La policía me llegó a parar 14 o 15 veces un mismo día. Solo por tener pluma", recuerda Soraya.

A Rafael Postigo también le detuvieron e Triana, en plena velá del barrio, en julio de 1963. "Me cogieron sin motivo y sin razón y me metieron seis meses en la cárcel", afirma. "Yo era la Lola", dice mientras muestra una foto suya de aquellos años en los que se ve a una joven de aspecto exuberante y poca ropa. "En esos años ir así era una bomba explosiva", dice.

Tres de los indemnizados por el Gobierno y la presidenta de ATA, en la sede de la asociación.
Tres de los indemnizados por el Gobierno y la presidenta de ATA, en la sede de la asociación.JULIÁN ROJAS

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