Marchena extiende la investigación de los cursos de Garzón a otro patrocinado por Cepsa
El juez nunca ha tenido ningún asunto de la petrolera en la Audiencia Nacional.- Los pagos constan como hechos por Cepsa a la Universidad, no a Garzón
El vicepresidente del banco de Santander y vicepresidente de Cepsa, Alfredo Sáenz, ha negado hoy en el Tribunal Supremo tener conocimiento de todo lo relacionado con patrocinios del banco de Santander o de Cepsa a cursos organizados por el juez Baltasar Garzón en Nueva York, ya que no son asuntos que se traten en consejo de administración y él no interviene en dichos patrocinios.
Sáenz ha sido interrogado por el juez instructor del Supremo Miguel Marchena sobre un nuevo patrocinio, esta vez de la empresa Cepsa a un curso organizado por el juez Baltasar Garzón en Nueva York, a pesar de que este asunto no tiene nada que ver con los hechos recogidos en la querella admitida por el Tribunal Supremo. Esta se contrae nada más que al supuesto "hecho nuevo" de que Garzón habría pedido personalmente dinero al banco de Santander o a su presidente, Emilio Botín para financiar dos cursos.
Dado que tanto la Universidad de Nueva York (UNY) como el presidente del Santander, Emilio Botín, y el directivo Gonzalo de la Heras, han asegurado categóricamente que "jamás" hablaron de dinero con Garzón ni este les pidió ningún patrocinio, los abogados de la acusación popular han introducido ahora un nuevo patrocinio en la causa, esta vez el de la petrolera Cepsa a otro curso del juez en nueva York, a pesar de que Garzón nunca ha tenido asuntos de Cepsa en la Audiencia Nacional. Además, Marchena no interrogó a Garzón sobre este patrocinio cuando declaró como imputado.
Fracasado su intento con el Santander, los abogados Panea y Mazón pretenden ahora que Marchena siente a Garzón en el banquillo por enviar una carta al presidente de Cepsa, Carlos Pérez de Bricio, en la que Garzón le dice que "espera que pueda colaborar" al patrocinio de un curso sobre terrorismo, que también cofinanciaron el BBVA, Endesa, Caixa Cataluña y Telefónica. El abogado de Garzón, Enrique Molina, explicó que en realidad, Garzón se limitó a redactar una nota que acompañaba a una carta de la directora del Centro de Derecho y Seguridad de la UNY, Karen Grinberg, en la que esta especificaba el presupuesto de lo que habría que pagar a cada profesor. Por un total de 100.000 dólares.
Según fuentes jurídicas Sáenz señaló que no sabía nada del patrocinio ni tampoco de los del banco de Santander ya que esos asuntos no pasan por consejo de administración. Ni siquiera sabía que Garzón hubiese impartido esos cursos, a los que Sainz no asistió, ni sabe si Botín asistió a ellos. A diferencia de los extensos interrogatorios de Marchena a Garzón y a los demás testigos, a Sainz apenas le dedicó el juez una hora.
En la documentación remitida por Cepsa al juez, consta que los pagos del curso patrocinado están hechos a la Universidad de Nueva York, no al juez Garzón.
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