Los alcaldes no presentan sus cuentas

La Sindicatura de Cuentas no logra que los alcaldes hagan los deberes. El ente que fiscaliza las administraciones catalanas da un amplio plazo para que los municipios presenten las cuentas municipales, una obligación que deben cumplir cada año. Y anualmente se repite la historia: apurado el plazo, pocos municipios presentan sus balances.

Tras los casos de corrupción en el Palau de la Música y, especialmente, tras el caso Pretoria, en el que estaban implicados varios ayuntamientos, la Generalitat planteó la necesidad de un mayor control en las cuentas locales. De momento, no lo ha logrado.

La vida sigue igual para el ente fiscalizador, a tenor de las explicaciones que ha dado hoy el síndico Alexandre Pedrós. El 15 de octubre de 2009, el día que vencía el plazo para entregar los balances, sólo 171 de los 946 municipios catalanes, el 18,08 por ciento, habían hecho los deberes; ante tal fracaso, la Sindicatura amplió el plazo quince días, con relativo éxito: 98 municipios más aprovecharon la prórroga.

Hoy, seis meses después de acabar el plazo, restaban 294 municipios para entregar las cuentas. Las cifras, ha valorado Pedrós, son "bajas, decepcionantes, y tristes". Sin embargo, el síndico ha abierto una puerta al optimismo, al juzgar "considerablemente mejores" estas cifras con las de 2007, cuando sólo un 11 por ciento de los consistorios presentó a tiempo sus balances.

La actual normativa plantea sanciones para las administraciones que no cumplan con la Sindicatura: la retirada de las subvenciones del Fondo Europeo de Desarrollo Regional, el Plan Único de Obras y Servicios (PUOSC) y el Fondo de Cooperación Local. Pese a que el Gobierno catalán sólo aplicó ésta última sanción en los últimos años, la nueva Ley de la Sindicatura de Cuentas, pendiente de aprobación en el Parlament, prevé la retirada de todas las subvenciones a las Administraciones que no entreguen sus balances.