Cómo legisla Europa sobre el velo
Los países proponen distintas normativas para adaptarse al uso de las diferentes vestimentas islámicas.- Además de Francia, Dinamarca, Italia, Holanda y Bélgica quieren prohibir el 'burka'
La polémica sobre el uso del velo islámico se extiende por toda Europa. Entendida como una cuestión de integración o discriminación, organismos como la Comisión Europea o el Consejo de Europa, se han pronunciado en contra de establecer restricciones en la vestimenta que puedan atentar contra la libertad religiosa. El debate plantea, además, varios campos de batalla, según cuánto tape la prenda. Casos como el veto francés a lucir símbolos religiosos en las escuelas o la prohibición de llevar pañuelo en los colegios españoles de acuerdo a su normativa interna, aluden al debate multicultural. Sin embargo, iniciativas como la propuesta belga para prohibir el burka por la calle o las restricciones al niqab (que sólo deja ver los ojos) en los juzgados se apoyan en que el velo impide la identificación de las personas. A falta de un consenso europeo, cada Estado ofrece su propia respuesta. Francia: Francia ha sido el Estado pionero de la Unión Europea en las restricciones de símbolos religiosos en los espacios públicos. En 2004 aprobó una ley que prohíbe el uso de elementos religiosos en escuelas e institutos públicos, lo que incluye el hiyab, pero también los crucifijos y otros símbolos. Ahora, el presidente Nicolás Sarkozy quiere ir más allá y prohibir también el burka en la calle, aunque el propio Consejo de Estado (órgano consultivo) ha emitido dos informes contrarios.
Alemania: Las alumnas musulmanas tienen derecho a cubrirse con los pañuelos islámicos en las escuelas públicas. Según el Gobierno alemán, lo contrario atentaría contra la libertad religiosa. Otro asunto son las profesoras. Ocho de los 16 Estados federados alemanes prohíben por ley a sus docentes el uso de pañuelos y velos (y cualquier otro atuendo o símbolo que exprese convicciones políticas y religiosas), para no vulnerar "la neutralidad del Estado ante los alumnos y sus padres". Berlín y Hesse extienden la prohibición a todas las funcionarias públicas.
Reino Unido: Los casos de mujeres y niñas que llevan hiyab en escuelas, juzgados u otras dependencias públicas se evalúan de manera individual. No existe ninguna ley que prohíba su uso, al igual que otros símbolos religiosos a los que se ha extendido la polémica del pañuelo o velo islámico -como el turbante de sij-, si bien los tribunales tienden a proteger la libertad religiosa y el uso de símbolos confesionales.
Turquía: Desde 1980 (y de acuerdo a la laicidad constitucional del Estado) se prohíbe el acceso a los edificios públicos (escuelas, bibliotecas, universidades, etc.) con velo, a pesar de que el 99,8% de la población profesa la fe islámica. En una polémica sin precedentes, el Parlamento Turco aprobó, en febrero de 2008, una enmienda a la Constitución que permitía el acceso con hiyab a las universidades, pero fue derogada ese mismo año por el Tribunal Constitucional.
Bélgica: Las funcionarias no pueden llevar el hiyab de cara al público en algunas ciudades. En los colegios (donde no está prohibido a las alumnas), su uso debe ajustarse a la normativa de cada centro. El tema ha despertado polémica en Flandes, especialmente en ciudades como Amberes, donde gobierna el ultraderechista partido flamenco, sospechoso de haber surgido de una formación disuelta judicialmente por racismo. Desde febrero de este año el Parlamento estudia la aprobación una proposición de ley para vetar el burka y el niqab en todos los espacios públicos, incluida la calle. En virtud de la propuesta, las mujeres pueden afrontar desde multas de hasta 150 euros a penas de cárcel.
Holanda: La situación es similar a la vecina Bélgica. Las escuelas pueden dictar códigos de vestimenta para alumnas y profesoras, pero deben evitar, según un informe de la Comisión de Igualdad, actos discriminatorios sin una justificación objetiva. Se permite, por ejemplo prohibir el niqab cuando plantea problemas de comunicación con los estudiantes. En cuanto al burka, el Parlamento debate desde 2006 si aceptar o no una propuesta para pedir el veto de este atuendo en lugares públicos.
Dinamarca: Al igual que Holanda y Bélgica, Dinamarca se plantea limitar el uso de atuendos islámicos que cubran el rostro (niqab y burka), una iniciativa respaldada por el primer ministro, Lars Rasmussen, para quien "no tienen lugar en la sociedad danesa". El veto, no obstante, podría atentar contra la libertad religiosa reconocida en la Constitución. Desde 2008 las jueces no pueden llevar pañuelo, ya que el Gobierno prohíbe a los magistrados mostrar cualquier símbolo religioso en un Tribunal.
Italia: Sigue los mismos pasos que Francia, Holanda, Bélgica y Dinamarca. Lo que el Gobierno pretende es cambiar la actual ley de seguridad, que prohibe llevar en espacios públicos (también en la calle) cualquier indumentaria que impida el reconocimiento de una persona "sin un motivo justificado". El cambio consistiría en no reconocer como "motivo justificado" la afiliación religiosa.
Austria: Un decreto emitido por el ministro de educación considera ilegal (en contra de la Constitución y de la Declaración Europea de Derechos Humanos) cualquier restricción en la escuela.
Con información de Juan Gómez y Ricardo Martínez de Rituerto.
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