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Visión fallera de la loca realidad

Las comisiones de la Sección Especial retratan la cara más amarga de la cotidianeidad

El caso Gürtel, el conflicto por el barrio de El Cabanyal y Canal 9 se cuelan en los monumentos falleros, pero de rondón. Sí, está Rita, integra un singular sanatorio psiquiátrico levantado por la falla de Na Jordana, donde le acompañan, entre otros, Ricardo Costa, el ex secretario general de los populares valencianos que estuvo imputado en la causa de los trajes. Están Carmen Alborch, la familia Obama, Francisco Camps (que aspiró a ninot indultat) , Zapatero (tirando dinero) y Rajoy (recogiéndolo) o Berlusconi. Están, en efecto, con sentido del humor y algo de crítica, pero sin excesos.

Estas fallas, el exceso se concentra en Nou Campanar -no es novedad-, en Sueca-Literato Azorín (que recupera la monumentalidad retórica de hace un lustro) y Convento Jerusalén, que acaba su matrimonio con el artista Paco López rozando un premio que se ha resistido. Las fallas de Especial han costado menos dinero que el año pasado. No se nota en el monumento, a excepción de la discreción evidente de quienes ya hace varios años se apearon de la carrera de millones que inició Nou Campanar. Salvo esas muestras, las demás comisiones exhiben grandiosidad, monumentalidad, densidad de ninots como si no hubiera habido una rebaja de un millón y medio de euros.

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- Plaza del Ayuntamiento. La saga de artistas Santaeulalia firma el monumento municipal. Falles o treballes? es un homenaje a todos los trabajan en fallas, viven de ellas. Desde pirotécnicos a camareros, churreros y malabaristas, costureras y artistas, transportistas y cantantes. 230.000 euros ha costado un ingenio compuesto de 40 figuras, más divertido que otros años, menos voluminoso y más tradicional.

- Na Jordana. Muy por debajo en su presupuesto de los años dorados de una comisión histórica, progresista, que siempre había quemado falla de autor. El artista Vicente Llácer ha puesto su sello y ha trabajado con el guión de Miguel Prim y José Miguel Aparicio. Pelqueveigesticboig. Así, todo junto. Es el sanatorio más loco. Hay locos de amor, locos por dinero, locos por el protagonismo... Deportistas, políticos, telefamosos y otras categorías se convierten en productos de laboratorio de un experimento propio de Doctor Jeckyll y Mr. Hyde (que también están). 30 figuras y 140.000 euros son cifras del monumento.

- Plaça de la Merced. Ahí sí, ahí se ve el Velluters olvidado, El Cabanyal deteriorado. Ahí sí, ahí se descubre la Valencia de los contrastes, la del modernísimo que es sede de eventos sin parangón y la Valencia de a pie, la que se vive, la que no rehabilita, la que esconde dolores y malos sabores. José Ramón Espuig ha ejecutado un monumento atrevido, de 20 ninots, de no más de 15 metros de altura. Con los 120.000 euros presupuestados para el ingenio, ha regresado a la esencia de la comisión, a contar una historia sencilla y evidente.

- Convento Jerusalén. El artista Paco López firma el último ingenio para una comisión con la que ha estado los últimos años. Rumbo al paraíso es un paseo por las actitudes extremas, la ternura y la solidaridad la agresión y la prepotencia. Es una galería de matices en la belleza, en la fuerza, en la juventud, en el sueño, en el desencanto. El monumento, de 300.000 euros, con 50 figuras rondando, recrea incluso destinos para esconderse o para alimentarse de miserias y glorias. El Hostal Convent Paradise es el lugar más deseado, el que concentra espacios para disfrutar de Cantora o de la Corte de Honor, para evocar a Adán y Eva o alimentar la paciencia, para elegir el esfuerzo o lanzarse a una dolce vita de dinero fácil. Es el estilo más evolucionado de su preciosismo de la escuela Lladró.

- Almirante Cadarso. Es la escenografía más cómica de la crisis, con la firma de Manuel Algarra, un presupuesto de 180.000 euros que eleva a 18 metros el ninot que remata la construcción. Crisis? What crisis? es una burla descarada de organismos, entidades, grandes empresas y personajes pseudomafiosos que amasan fortunas o permiten desde sus posiciones de poder que unos pocos dominen a una mayoría sometida. Silvio Berlusconi, Bonny and Clyde, Sarkozy o Angela Merkel son el coro de un cabaré rendido a un pez gordo.

- Exposición-Mícer Mascó. Fede Ferrer, con el escultor Javi Molina, levanta una escena de formas típicas de falla en el color, en la volumetría, en la expresión y en la disposición. Confiança et podem donar pero no has d'abusar es una escena familiar con los abuelos y los nietos como centro de una historia de abuso de poder que sirve para defender la justa medida en las relaciones, en la comida, en la belleza, y hasta en las fallas. Ha costado 150.000 euros y se compone de 20 figuras.

- Cuba-Literato Azorín. La pareja José Latorre y Gabriel Sanz plantan una casa victoriana, de la Inglaterra del XIX, en la que los mimos exageran las reacciones. La familia Skala vive en la comodidad sorda que impide dimensionar la vida. Los distintos modelos de familia, las razones por las que se mantienen o se rompen suben y bajan por una escalera apagada. De todas las familias, una a la que sacarle punta: la política. Cuenta con 160.000 euros para 22 ninots.

- Plaza del Pilar. Una vez más, rompe con la estética más extendida. Descansa parte de su fuerza en la energía de los colores. Tiempos Modernos recuerda, efectivamente, a la película de Charles Chaplin. Es una suma sin tiempo de muchas revoluciones, desde el tren a las nuevas tecnologías, del carro a los coches de lujo, de los largos viajes a los destinos espaciales. Y otras revoluciones, la de los contenidos televisivos, los males sociales, la soledad, las drogas, el miedo, la frustración o la marginación. Es de José Lafarga Palomares. Ha contado con 210.000 euros y planta 20 figuras.

- Archiduque Carlos. El més enllà. Es un lugar como otro cualquiera al que agarrarse. Luis Herrero Gargallo, con 118.000 euros, uno de los presupuestos más discretos, también circula por los extremos, por el lado más claro y más oscuro de la sociedad, por la entrega y la avaricia, el paraíso y el infierno.

- Malvarrosa. Todo depende del color del cristal con el que se mire cualquier realidad. De eso va La batalla de colors de Vicente Martínez Aparici, por 132.000 euros. Es una paleta de gustos y tonos. Pero en la que no caben confusiones, para morir y matar no hay un color bueno, se mire cómo se mire.

- Sueca-Literato Azorín. Es el Planet Falles. Comparte presupuesto con Convento Jerusalén: 300.000 euros. Se atreve con 40 ninots y despliega, de la mano de Pedro Santaeulalia, una de las más llamativas composiciones. Las fallas, como símbolo valenciano, como exceso valenciano, como vicio valenciano y como perspectiva valenciana, son llevadas al extremo de la parodia.

- Duque de Calabria. Aquí, la firma es de Alejandro Santaeulalia. El cotilleo es el centro de una escena excesiva bautizada como No se lo digas a nadie. ¿Elemento en común? La imposibilidad de guardar un secreto y la facilidad para rendirse al chisme. Está en clave exagerada, con una composición muy visible, sencilla e impactante por la fuerza de los gestos. 125.000 euros en 23 figuras se ríen de los dimes y diretes como pecado original.

- L'Antiga de Campanar. El cambio climático en una descarnada evidencia dominada por el Guardián de la Tierra. Juanjo Armengol y Venancio Cimas, con 150.000 euros, retratan los riesgos de la explotación del medioambiente. - Nou Campanar. El beso es la apuesta más arriesgada de Pere Baenas. Ha tenido 600.000 euros para una pareja que acoge todos los besos posibles en sus formas más divertidas, picantes, sugerentes e incluso críticas. Se levanta a 27 metros del suelo. Se esparce a 15 de altura a los 25 metros de ancho. Puebla mar y tierra de historias corrientes.

Nadie está a salvo de caer en la locura, por amor, dinero, por protagonismo. Así lo muestra la falla de Na Jordana, donde el doctor Jekyll y Mr. Hide dirimen entre locura y cordura.
Nadie está a salvo de caer en la locura, por amor, dinero, por protagonismo. Así lo muestra la falla de Na Jordana, donde el doctor Jekyll y Mr. Hide dirimen entre locura y cordura.JORDI VICENT

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