El cerebro de la bestia (historias de un aeropuerto, 2º parte)

Me ha encantado saber cómo es esto de las maletas, de verdad. Pero las respuestas a porqué se pierden las maletas, no me convencen nada. Primera explicación: En realidad se pierden menos de las que se cree en un principio que se pierden (ya, de esas no estábamos hablando, ¿no?). Segunda explicación: El problema viene de otros aeropuertos, que son tercermundistas. Nosotros, no. Lo que pasa es que hacemos de puente... Tercera explicación: Se rompe alguna máquina o alguien que tiene que reparar la máquina no está, o, o, o... Esto ya me convence más. Y no sé si será así, pero creo también que maleta que por lo que sea se rompe o se abre, maleta que desaparece por siempre jamás. Alguna vez he visto el cochecillo ese que lleva las maletas al avión, a rebosar que va dando tumbos aquí y allá y se cae alguna maleta. A veces hay operarios que las recogen, a veces está cayendo el diluvio universal y por allí no se ve a nadie que se preocupe de si se ha caído y abierto algo... Creo que así hay varias maletas que se quedan en el limbo. En fin, seguiré llevando mudas de repuesto en el bolso de mano, por lo que pueda pasar... que al de dos o tres días en el destino X sin ropa interior limpia... qué difícil es a veces encontrar simples mercerías cuando se viaja :D

[8|]...Sí... un milagro...

Interesantísimos los dos post y para nada largos porque explicar todo este montaje en pocas líneas para que nos hagamos una idea es imposible. Tal y como lo cuentas me encantaría poder visitarlo personalmente. Lo raro es que no pasen más cosas. Un saludo. Espero la próxima entrega con impaciencia.

Lo del efecto mariposa a escala bíblica me ha encantado Paco. Estoy contigo en que pocas cosas pasan con todo ese carajal montado allí. Una pasada estos 2 post, me han gustado mucho. Un abrazo

Hola, escribía para comentar que hemos puesto en marcha una revista digital sobre actualidad internacional (www.miradasdeinternacional.com)

Hola Paco y a todos/as: sigo este blog pero nunca había "hablado". Siempre he sentido curiosidad por saber que ocurría en la trastienda de un aeropuerto, o unos grandes almacenes, ... muy curioso y de acuerdo: lo raro es que no pasen más cosas. Besos.

Me he ido hacia atrás buscando aquel otro post titulado "Iberia de mal en peor" y una maligna sonrisa se ha asomado a mi cara.Huyo de la T4, me dan un disgusto si me dicen que tengo que salir de allí. Un monstruo demasiado grande, ya no temo ni perder la maleta... es que me pierdo yo.Abrazos.

¿Largo el post? Pues a mi me ha parecido súper interesante. Nunca había esperado la segunda entrega de un post en un blog (y esa tercera que anuncias, por cierto) como si fuera la continuación de un capítulo de 'A dos metros bajo tierra'. ¡Ja ja, qué freak!Hasta me quedo con otra idea más positiva sobre las burocracias que más odio a la hora de viajar (yo de ti exigía a AENA la concesión de un billete vitalicio con derecho a volar a cualquier lugar del mundo cada vez que te apetezca, en estos momentos me caen mejor sus 'tripas humanas').Saludos!

Me han encantado los dos posts y la verdad es que no se me han hecho nada largos!. Además, respondes a una pregunta que yo también me hacía desde hace tiempo. Genial!

O sea: ¿Te diste cuenta que esa masa gris que piensa, decide y da instrucciones se pasa 7 hs al día sentados frenta al ordenador bajo la luz artificial durante tropecientos años? ¡Dios! que me amargo chico, que me amargo. Prefiero las tripas de tus viajes al aire libre Y yo, como Gloria, critico por crtiticar (y porque viajo poco) pero a mí nunca me perdieron la maleta, SIEMPRE, pero SIEMPRE me pierdo yo (dentro y fuera de los aeropuertos) por eso me da tanto miedo el de N York y el de Barajas

¿Y cómo suben y bajan el equipaje a los aviones?

MEa culpa, los posts siempre me quedan largos. TEngo que aprender a saber donde cortar. Pero siempre me parece que esto y aquello hace falta! :-( El tuyo, muy interesante, y sí, me ajunto a lo de Ortega y Gasset, yo soy yo y mis circunstancias! Es increíble que funcionen, cas siempre!

Paco, me ha encantado lo del efecto mariposa a escala bíblica y los datos que das sobre el cerebro de la bestia...Interesante y literario, cada vez me gustas más. Se puede hacer un relato sobre eso.En toda mi vida viajera de más de veinte años sólo me han perdido el equipaje una vez, y reapareció, no está mal.Un beso con efecto mariposa.

Me ha encantado este post, Paco, de los intríngulis de un aeropuerto. Hay que ver que complicado y laborioso tiene que ser llevar al momento todo controlado. Por otro lado, me da un poco de miedo que las máquinas lo controlen todo, si un día fallan, el colapso sería tremendo. Aunque veo que están previstas muchos tipos de incidencias. Pero seguro que entra una mosca en el sistema informático y ¡zas! antes de que llegue el matamoscas, ella ha matado al sistema.Besos.