Emma Thompson: "Soy el Sergio Leone de las guarderías"
La actriz presenta en Madrid 'La niñera mágica y el Big Bang', la segunda parte de 'Nanny McPhee'
La actriz y guionista inglesa Emma Thompson asegura que sus películas sobre la niñera mágica Nanny McPhee se acercan más al western que al típico cine familiar: cuando acude a disciplinar a los niños sabe que lo suyo es matar o morir. "Soy el Sergio Leone de las guarderías", bromea. La actriz visita de nuevo Madrid, donde estuvo en diciembre de 2009 para presentar la exposición Journey contra la explotación sexual femenina, pero en esta ocasión lo hace para promocionar su última película, La niñera mágica y el Big Bang, continuación de Nanny McPhee (2005), ambas con guión de la artista británica.
En una entrevista con un reducido grupo de periodistas la actriz ha derramado simpatía y se ha desvivido por comunicarse en español, intercalando palabras que chapurrea con acento británico. Junto a Thompson ha venido la directora de la cinta, Susan White (conocida por la serie de TV Generation Kill), feliz por el cambio de registro, y sin "peros" a las actuaciones de los niños, de los animales o de los grandes actores (como Ralph Finnes, Maggie Smith o Rhys Ifans, que interpreta al tío de los niños), que le hacen plantearse un nuevo largometraje como siguiente paso en su carrera.
Tanto Thompson, como White coinciden en que los niños necesitan reglas claras para sentirse seguros y un mundo estructurado con normas, aunque -opina White- el peor fallo de nuestros días es no darles el tiempo que necesitan. White se identifica "absolutamente" con la mamá agobiada porque no sabe cómo reaccionar a la violencia de sus hijos, que no es otra cosa que el reflejo de la guerra que viven los mayores.
Una niñera para poner orden
En la segunda parte, la horrorosa niñera pagada por el Gobierno acude en ayuda de la señora Green (Maggie Gyllenhaal), una granjera en graves dificultades porque su marido (Ewan McGregor) está en la guerra y sus tres hijos (Asa Butterfield, Norman; Lil Wood, Megsie y Oscar Steer, Vincent) no paran de pelearse. Para colmo de males, la familia debe acoger a dos primos (Eros Vlahos, Cyril, y Rosie Taylor-Ritson, Celia) de Londres, donde la guerra hace estragos y conseguir dinero para pagar su tractor. Afortunadamente, la vida del campo y la complicidad de los animales -imprescindible la escena de los cerditos haciendo natación sincronizada en una charca- consigue que los niños capten el mensaje de McPhee.
Thompson, además de interpretar a la niñera, produce y es la guionista de las dos películas: "la primera me llevó nueve años de trabajo -fundió tres cuentos clásicos de Christianna Brand-, pero en ésta he sido rápida: sólo he tardado cuatro", bromea. La realidad es que Nanny McPhee, dice, "es mi alma, mi corazón, mi espíritu, es todo".
A sus cincuenta años muestra una imagen rejuvenecida, con el pelo corto y rubio y vestida con vaqueros y un fular blanco con dibujos azules, que no tiene nada ver con su personaje. A Thompson no le asusta aparecer como una auténtica "bruja" -incluidas las verrugas junto a una nariz de boxeador, o las cejas unidas en una sola, por no hablar de un cuerpo abultado y deforme- a la que se le suavizan los rasgos según los niños se van portando mejor. "Era una idea muy cinematográfica", explica, "pero es que en la vida, a la gente también le cambia la cara cuando odia, o cuando ama. Lo importante -considera- es que los niños la quieren cuando es fea y los cambios ocurren cuando ellos la quieren más, su cara es el reflejo del amor".
Thompson aclara que no escribe para niños porque "no son distintos a nosotros: sólo que no han vivido tanto tiempo, pero no son de otro planeta, ni hablan otro idioma, y si hay alguien que entiende cosas del corazón son los niños", resume. Aspira a interpretar personajes que ella misma escriba "porque no hay mucho donde pueda elegir una persona de mi edad", dice, mientras aguarda para saber si la Academia de Hollywood decide entregar el Oscar a la película An Education, de la cineasta danesa Lone Scherfig, en la que participa.
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