Las cifras de la prolongación de la Castellana

La construcción del desarrollo urbanístico de la capital Prolongación de la Castellana, la conocida hasta ahora como Operación Chamartín acordada por el Ministerio de Fomento y el Ayuntamiento de Madrid, generará alrededor de 35.000 empleos directos e indirectos en los 12 años que durarán las obras.

El Barómetro de Economía de la Ciudad de Madrid presentado hoy por el delegado de Economía y Empleo del Ayuntamiento de Madrid, Miguel Angel Villanueva, dedica su monográfico a la Prolongación de la Castellana, que se llevará a cabo en el horizonte de 2022 en torno a los terrenos de RENFE en Chamartín.

En el análisis presentado hoy se indica que la inversión directa en este desarrollo ascenderá a 11.100 millones de euros, de los cuales 4.300 corresponderán a infraestructuras -que en su mayor parte costearán las plusvalías de la propia operación- y 6.800 a edificación.

El proyecto generará un PIB anual de 699 millones de euros en la capital que, para el conjunto de España, ascenderá a 1.584 millones de euros, y el sector de la construcción madrileño será el principal

beneficiario, con 427 millones de euros.

Se crearán 13.490 nuevos puestos de trabajo y, considerando los empleos generados en el resto de España, el volumen total ascendería a 34.977, un 43% de ellos en el sector de la construcción.

A largo plazo producirá un cambio en la estructura productiva y de empleo de la ciudad ya que de los 88.000 trabajadores que se calcula que trabajarán allí, la mayor parte se dedicarán a servicios a empresas e intermediación financiera, con unos 81.200 empleos.

A la hostelería le corresponderían un total de 6.225 trabajadores y el resto al comercio, de forma que los servicios avanzados pasarían de constituir el 29 al 32 por ciento del PIB de la ciudad.

El delegado madrileño de Economía y Empleo ha señalado que este proyecto nace con el objetivo de crear un "distrito de servicios avanzados a la altura de los grandes espacios europeos de referencia", como La Defense de París o la nueva City de Londres.

Sin embargo, el modelo de la "city" madrileña será diferente tanto a estos ámbitos, en los que la población residente representa un porcentaje menor o caso testimonial en comparación con las oficinas, como a los desarrollos urbanísticos desarrollados en Madrid en los últimos años, en los que prácticamente sólo hay residencial.

Así, se prevé que en esta zona de Madrid trabajen en 2022, fecha en la que estará totalmente operativo el nuevo distrito, unos 88.000 trabajadores y residan unas 50.000 personas.

La mitad del suelo, 1.634.650 metros cuadrados estará dedicado a residencial -casi el 18% de protección pública- y un 36 por ciento, 1.204.541 metros cuadrados, serán ocupados por oficinas, en algunos casos en forma de rascacielos.

Entre sus ventajas competitivas, como ha destacado Villanueva, están su proximidad al aeropuerto de Barajas mediante el servicio de Cercanías entre la estación de Chamartín y la T-4 del aeropuerto, a IFEMA, al futuro Centro Internacional de Convenciones y a las sedes de multinacionales españolas Telefónica y BBVA. EFE