El ex espía español acusado de traición reitera su inocencia
El ex agente asegura que las cartas ofrecidas a los rusos eran un supuesto práctico para evidenciar las deficiencias del CESID
El ex agente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) Roberto Flórez ha declarado hoy en el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Madrid por un delito de traición que las dos cartas de ofrecimiento a los servicios de inteligencia rusos que se le incautaron en su domicilio formaban parte de un supuesto práctico que incluyó como anexo en una monografía encargada en 2001 por sus superiores para evidenciar las deficiencias del CESID.
Flórez García se sentó esta mañana en el banquillo de los acusados por revelar presuntamente a Rusia entre 2001 y 2004 identidades de agentes e información sobre el CESID a cambio de 200.000 dólares. La Fiscalía de Madrid solicita 12 años de prisión para el procesado por un delito de traición. Se trata del primer juicio que se celebra en España por esta infracción penal, recogida en el artículo 584 del Código Penal. El único antecedente sobre un tema algo similar se encuentra en el caso del ex coronel Juan Alberto Perote por las escuchas del CESID, en el que se le juzgó por un delito de utilización de artificios técnicos de escucha y grabación del sonido.
Al concluir el juicio, el abogado del acusado, Manuel Ollé, ha explicado que su cliente defendió su inocencia al argumentar que las cartas, el material y los documentos encontrados en su casa eran para complementar la monografía encargada por sus superiores. Además, recordó que es sabido que en aquella época hubo muchos cambios en la estructura del CESID y que su cliente achacó entonces la denuncia a que "no era bien visto" entre determinados sectores de los servicios de inteligencia.
"Es una carta totalmente figurada y ni siquiera estaba dirigida como si fuera un directivo. Los destinatarios no eran reales. Era un caso irreal para evidenciar las deficiencias del CESID", ha recalcado Ollé, quien ha subrayado que el denunciante no ha acreditado que las misivas se remitieran finalmente o "a qué servicio secreto se pudo entregar".
Un supuesto práctico
"Le encargaron una monografía y él dentro de su libertad de trabajo y de actuación concluye esa monografía realizando el supuesto práctico como un anexo", ha añadido el abogado de Flórez. "Cuando terminó su redacción, las metió en una bolsa permaneciendo ahí hasta que fue detenido", ha añadido el letrado, quien ha apuntado que tenía sus cartas en su condición de trabajador por el desempeño de su puesto.
"Nunca ha dicho que esas cartas ni fueran sustraídas ni se abriera ningún armario o cajón. Las tenía él como consecuencia del trabajo que estaba desarrollando. Tras los cambios de estructura en el CNI, desiste del trabajo que le habían encomendado", ha agregado. "El 90% del sumario es material clasificado. Este material lo tenía como parte del trabajo que desarrollaba. Había muchos documentos que podían ser cosas privadas", ha puntualizado.
"En la causa constan documentos e información de carácter secreto del CNI que afectan directamente a la Seguridad del Estado y que, pese a su desclasificación a los efectos de la celebración del juicio oral, ha de preservarse su integridad y evitar su difusión en la medida de lo posible", señalaba la Abogacía del Estado en su escrito de acusación.
