Interior niega el asilo político a un marroquí identificado por error como autor del 11-M

El Ministerio del Interior ha negado el asilo político a Mohamed Haddad, tetuaní de 42 años, identificado por error como uno de los autores materiales del 11-M y secuestrado por la policía marroquí durante 45 días en la cárcel de Temara, y le ha dado de plazo hasta el próximo día 25 para abandonar el país. El pasado mes de junio Haddad, casado y padre de dos hijos, cruzó la frontera marroquí con Ceuta, entró a una comisaría de policía y pidió asilo político. Desde entonces permanece en el Centro de Acogida de Refugiados (CETI) de esa ciudad donde ha recibido la negativa a su petición que está fechada el pasado día 2.

Interior deniega la solicitud de asilo de Mohamed Haddad porque no cumple los requisitos, por "el carácter instrumental de su solicitud" y porque "tampoco se aprecian razones humanitarias o de interés público" en su petición. La resolución señala que Haddad, al no obtener el correspondiente visado para entrar en España, donde reside su mujer y sus hijos, "optó por esta operación en claro fraude a la normativa vigente". Sobre el argumento esgrimido por el tetuaní de que el Gobierno de Marruecos no le dejó participar en las elecciones del pasado mes de junio en las que intentó presentarse como candidato del Partido de los Trabajadores, una formación de izquierdas, Interior arguye que "es una persona sin experiencia en la función pública, que se afilió a un partido político de escaso relieve, y que afirma que no le permitieron ser candidato, pero que actuó como interventor en una mesa electoral un día después".

La negativa del Ministerio del Interior señala que consta su vinculación (de Haddad) con una persona a "la que le entregó su pasaporte, que fue juzgada por la Audiencia Nacional por integración en banda terrorista, aunque fue absuelto de su imputación al no poder comprobar el cumplimiento de los requisitos exigidos para la intervención de las comunicaciones". También señala que no se puede establecer la constancia de las torturas sufridas por Haddad en la prisión marroquí de Temara porque la documentación aportada por el expediente de petición de asilo tiene más de cinco años, aunque reconoce que fue detenido por los servicios secretos marroquíes durante mes y medio, algo que nunca reconocieron ni las autoridades marroquíes ni las españolas.

"Cometí el error de dejar mi pasaporte en el año 2.000 a una persona y estoy crucificado de por vida. Yo sólo quería conseguir un trabajo y rehacer mi vida en España junto a mi familia donde he vivido 14 años. No quiero volver a Marruecos. ¿Qué país me va aceptar ahora si siguen etiquetándome de esta forma? Llevo las cadenas en el cuello y no voy a poder quitármelas nunca", declara desde Ceuta. Haddad perdió la residencia española al trasladarse a Marruecos meses antes del 11-M

El 17 de marzo de 2004, seis después de los atentados de Madrid, agentes de la DST, la policía política de Marruecos detuvieron a Haddad y lo trasladaron encapuchado a la prisión de Temara donde, según su relato, fue torturado durante 45 días. "Perdí 21 kilos. La luz estaba encendida las 24 horas. Tenía pinchazos en el corazón y me orinaba sin querer en la celda", relató meses después a EL PAÍS. Uno de sus interrogadores hablaba un impecable español. Ninguna autoridad judicial española o marroquí había ordenado su detención. Sus familiares y asociaciones pro derechos humanos denunciaron su desaparición. Las autoridades marroquíes nunca han reconocido que estuvo en manos de los servicios secretos. Tras su liberación Haddad se presentó voluntariamente en la Policía Judicial de Casablanca donde le extrajeron saliva e hicieron pruebas de ADN. El 18 de octubre de 2005 el juez Luis del Olmo recibió el informe de la policía científica marroquí y comprobó que las muestras de Haddad no coinciden con las de los terroristas. La policía judicial tardó seis meses en localizarle, circunstancia que utilizaron periódicos como El Mundo y dirigentes del Partido Popular como Vicente Martínez Pujalte para acusarle de "colaborar con los servicios secretos marroquíes" y arrojar graves acusaciones contra él, entre ellas que "un posible autor material del 11-M está bajo protección de Marruecos". El juez del Olmo y la fiscal Olga Sánchez le interrogaron en Rabat meses antes de cerrar la instrucción del caso sin que jamás fuera imputado. "No hay ninguna prueba contra él", señalaron entonces fuentes de la fiscalía.

El Ministerio del Interior concede sólo el tres por ciento de las solicitudes de asilo que recibe.